De Guillermo Rodríguez Bernal

domingo, 26 de agosto de 2012

Soria. Calatañazor, El Burgo de Osma, Berlanga de Duero y un cocodrilo.

Calles de Calatañazor
Temprano salimos de Soria buscando un sitio donde comer. A pocos kilómetros de donde estábamos y tirando por la N-122 teníamos Calatañazor. Recuerdo que aparcamos a extramuros, cuidando de nuestro coche la ermita de La Soledad, y entramos en el pueblo caminando por su calle Real. Las paredes de las casas eran de adobe de barro y paja, y las vigas de madera atravesadas daban la sensación de que el tiempo se detuviese varios siglos atrás.  Las casas todas porticadas,  para ayudar  con
Miel y Queso
el frío y la nieve en invierno. Antes de llegar a la iglesia de Nuestra Señora del Castillo, teníamos un sitio para comer. Después continuar calle arriba y un cartel de “se vende miel” nos llama la atención. La puerta de la tienda un letrero en el que ponía “Bártulos” y en su interior un señor enorme, con pelo largo negro y unas barbas de varios años, nos daba la bienvenida. Mucha similitud entre nuestro tendero y aquel personaje de la zaga de Harry Potter. Nos vendió, según él, el mejor queso de la comarca del que nos dio a probar para comprobarlo.  Buena  conversación la
Calles de Calatañazor
que tuvimos con aquel señor sobre sus quesos y la vida por aquella comarca. A continuación a buscar el tambor. Dicen que “Almanzor perdió el tambor” precisamente en ese pequeño pueblo. Muy pocos muros conserva el castillo de las Águilas, que fue testigo de la última batalla de Almanzor de la que salió herido, muriendo poco después en Medinaceli. Después de nuestra fracasada búsqueda tamboril, sólo nos quedaba despedirnos de tan acogedor pueblo y continuar nuestro camino.
El Burgo de Osma
El Burgo de Osma se encontraba a escasos 25 kilómetros. Grande la localidad y mucho lo que paseamos por ella. Bastantes calles peatonales destacando la calle Mayor, por donde entramos. Lo primero que se nos viene a la izquierda es la Plaza Mayor, con el ayuntamiento al fondo. Toda porticada y bastante grande. Continuando por esa vía, que parecía por momentos estrecharse y también toda porticada, llegando hasta la Plaza de San Pedro. Allí teníamos la catedral de Santa María de la
Catedral de Santa María de la Asunción
Asunción, culpable de que Soria capital tenga concatedral. Buena visita la del templo donde destacaba su torre-campanario, muy parecida a la que hay en Santo Domingo de la Calzada, esta última la más alta de toda La Rioja. También destaca de El Burgo su bien conservada muralla, que rodea a todo el casco antiguo. De hecho, al terminar nuestra visita, recogimos el coche y continuamos siguiendo la muralla hasta ver lo que fue su castillo, desde la carretera de la Rasa.
Castillo de El Burgo de Osma
Castillo de Gormaz
A unos 15 kilómetros hacia el sur se encontraba Gormaz. Bonito pueblo donde destacaba su castillo, que de lejos ya se ve impresionante. Aparcamos el coche en una de las puertas de entrada. Conserva sólo sus muros, este castillo musulmán que llegó a ser, en su época, la fortaleza más grande de Europa, con un contorno de más de un kilómetro de largo.
Castillo de Gormaz
Plaza Mayor de Berlanga de Duero
Ya quedaba poco para acabar el día y teníamos que seguir. Nos esperaba Berlanga de Duero, otro lugar importante dentro de nuestra ruta. Una de las puertas de entrada, a la parte antigua del pueblo, fue la que nos dio paso a sus tranquilas calles empedradas. Amplia su Plaza Mayor que al salir, por una de sus estrechas calles, nos hacía encontrarnos con  la  Colegiata  de  Nuestra Señora del
Fray Tomás de Berlanga
Mercado. Muy bonita en su interior, donde destacan los restos de Fray Tomás de Berlanga y de un cocodrilo disecado traído por este hombre. Fray Tomás era fraile dominico que embarcó a las Américas y fue descubridor de las islas Galápagos. De hecho fue él quien bautizó a las islas con el nombre que perdura hasta nuestros días. Pues se ve que a la vuelta se trajo al cocodrilo a su pueblo. Después de visitada la colegiata, ver el bonito recuerdo de Fray Tomas en bronce y rodeados de animales de aquellas islas. El castillo, como viene siendo normal por estas tierras, austero, recio y bien conservado.

Jesús Nazareno en Almazán
Nuestro último pueblo del día sería Almazán. Si algo me impresionó de este pueblo fueron sus enormes puertas de entrada a la localidad. Si es cierto que el paseo tuvo que ser rápido sin poder sacarle todo el partido que se merece a este pueblo tan grande, pero no dejamos de ver las bonitas iglesias de San Pedro y San Miguel. Y por supuesto, con la obligada visita a su patrón: La ermita de Jesús Nazareno.
Ésta fue nuestra visita a Soria y a parte de su provincia. Más que latente permanece El Deseo de Volver por aquellas tierras por todo aquello que nos quedó por ver y disfrutar.

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5 comentarios:

  1. No me acordaba ya de los lugares tan bonitos que hemos visitado,pero cuando lo he leeido y he mirado las fotos me he acordado perfectamente y lo he apreciado los paisajes que ya no recordaba.

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  2. La verdad es que repasando fotos se te vienen a la memoria todas estos sitios por donde pasamos. Es como vivirlos de nuevo y se hechan de menos.

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  3. No habia visto esta entrada, amigo. Magnifica descripción de la zona, de las villas, de la historia de Al Mansur, de la batalla y del tambor....lastima que no lo encontraras.
    Estos temas nos ofrecen una fantástica cultura y conocimento de nuestros paisajes, nuestros parajes y nuestro pais. Un abrazo, Guillermo.

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    1. Pues no hubo forma de encontrar el tambor, Armand. Soria es una provincia llena de historia en la época mediaval. Desde el Cid y la frontera que se formó allí con los musulmanes, a las continuas pugnas después entre los reinos de Castilla, Navarra y Aragón.
      Me alegra que te guste, amigo.

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  4. Y a mi, que te expreses en tus relatos tan bien, amigo. Es bonito aprender de quien sabe.
    Un abrazo.

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