De Guillermo Rodríguez Bernal

viernes, 11 de septiembre de 2009

Cañaveral.

Saliendo de Casar
Saliendo de Casar de Cáceres
A pesar de estar bien entrado el mes de septiembre, las ventanas y portalones del albergue estaban abiertos de par en par. No sé si era el tremendo calor, la algarabía de juventud en la plaza o las campanadas del reloj del ayuntamiento, pero estuve casi toda la noche despierto y con la inquietud que me daba el no descansar para la dura etapa del día siguiente.