De Guillermo Rodríguez Bernal

jueves, 21 de julio de 2022

Santiago por el Sanabrés.

Lestedo
Salida de Lestedo
No cambió la forma de recibirnos la mañana de aquel 24 de junio, con respecto a días anteriores. El cielo ocultado por sus veteranas nubes y las siete y media de la mañana ya desayunados. Pero todo iba a ser distinto aquel día y el pico sacro nos vio partir para lo que sería la última jornada de nuestro caminar a Santiago. Un asfalto que no importaba, ya que no llegaban a 14 los kilómetros de hoy y guardábamos para nosotros lo ya vivido desde que arrancamos en Xunqueira hacía unos días. Hoy se culminaba aquella aventura que empezó en Sevilla hace unos años y nuestro caminar sería de celebración plena de principio a fin.

sábado, 16 de julio de 2022

Lestedo.

Homenaje a José Espiño Matos en Bandeira
En aquel cruce a la salida de Bandeira, nos deseaba buen camino un monolito dedicado a “O cura da Bandeira”, José Espiño Matos. Entre otras cosas se le conoce porque es de los que asegura que Cristobal Colón era pontevedrés. En lo referente al camino, junto a Manuel Raimonez Portela, se encargaron de marcar en mapas y señalizar como camino de Santiago toda aquella zona por la que transitaríamos hoy. Estudioso de la Vía de la Plata, aseguraba su paso a Santiago por aquellas tierras. Su señalización fue con flechas rojas, bastante antes de que se instauraran en los “caminos oficiales” la de color amarillo. Eran las siete y veinte de la mañana, estábamos bien desayunados y el día se presentaba lluvioso.

miércoles, 13 de julio de 2022

Bandeira.

Capela do Carmen
Capilla del Carmen en A Xesta
La capela do Carmen de A Xesta se despidió de nosotros pasados unos minutos de las siete de la mañana. Dejábamos atrás aquella pequeña parroquia pontevedresa, que en su día fue reclamo de repoblación por la cantidad de casas vacías que albergaba de los abuelos que se fueron marchando y de esa juventud que se buscaba la vida por otros lares. Ya desayunados, caminábamos entre parcelas de huertas con un cielo gris que no amenazaba agua y un terreno encharcado por lo que llovió tanto la tarde-noche del día anterior como durante toda la madrugada. Nos quedaban algo menos de 60 kilómetros a Santiago de Compostela, estábamos estupendos y las ilusiones de caminar como las del primer día.

lunes, 11 de julio de 2022

A Xesta.

Saliendo de Cea
Saliendo de Cea
Junto a la pequeña tapia del campo de futbol, despedimos a Cea aquel martes veintiuno de junio. Dejábamos atrás ese pequeño pueblo con olor a pan y afrontábamos lo que sería la etapa reina de esta última salida a nuestros Caminos a Santiago. Se vaticinaba lluvia al 100% durante todo el día y teníamos por delante el afrontar casi treinta kilómetros con tres subidas a recordar. Estábamos en Galicia, no hay otra.

miércoles, 6 de julio de 2022

Cea.

Puente Romano
Puente Romano sobre el Miño en Ourense
A las siete y veinte de la mañana ya teníamos desplegados nuestros bastones, el estomago contento por el desayuno recibido y la rúa do Progreso bajo nuestros pies para despedirnos de la ciudad que nos dio cobijo aquella noche ya apagada. Pasábamos casi inadvertidos a las personas que iban y venían por sus quehaceres diarios. El puente romano de Ourense me ayudaba a cruzar el último río importante en nuestro caminar desde Sevilla, mientras de lejos el Puente del Milenio miraba con envidia a su abuelo y la tranquilidad de los que la transitábamos en esa mañana recién despertada. Atrás quedaron el Guadalquivir, el Guadiana, el Tajo y el Duero, sin olvidar afluentes tan carismáticos y peregrinos como el Esla y el Tera. Se empezaba a sentir la cercanía a nuestra meta final, aunque aún quedaran jornadas pendientes.

domingo, 3 de julio de 2022

Ourense.

Monasterio de Santa María Xunqueira de Ambía

Las diez y diez de la mañana nos marcaba el reloj del monasterio de Santa María. Mi deseo de volver a caminar por el sanabrés se hizo realidad aquel 19 de junio de 2022. Se retomaba un camino que quedó entre dormido y aletargado pero nunca olvidado. Once años largos después retomaba mi antigua credencial y volvía a caminar por tierras de Ourense bajando la cabeza al recuerdo e iniciando esas etapas finales que me llevarían a Santiago con cabeza alta. Pedro Correjaco se convertía en testigo fiel de mi vuelta tras la espera y nos enfrentábamos con mucha ilusión a los casi 128 kilómetros que marcaba el mojón gallego al inicio del camino en la salida de Xunqueira de Ambía.