De Guillermo Rodríguez Bernal

miércoles, 30 de abril de 2014

Sangüesa.

Ruesta
Ermita de Santiago de Ruesta
Muy de mañana dejamos atrás los muros que aún se mantenían en pie en aquel pueblo de Ruesta. Como último punto de que en su día alguien pobló aquel lugar, nos despedía la ermita de Santiago, como escondida o más bien protegida por el verde de árboles y maleza. En nada, afrontar una ancha pista, pero de constante subida. Calculando fuerzas empezamos despacio, sin bajar el ritmo y aumentando un poco al notar como el desayuno empezaba a formar parte de las energías que se necesitaban para superar el puerto. Como si nada, José Manuel y yo alcanzamos el alto de aquel monte llamado Fenerol, no sin antes echar un vistazo atrás y despedirnos de Yesa.

martes, 29 de abril de 2014

Ruesta.

Arrés
Dejando atrás Arrés
Terminé de arreglar mi mochila en una de las sillas de la escalera de la Casa de las Sonrisas. Fue agradecido por otros peregrinos por la estrechez de la habitación pequeña de este albergue. Un desayuno rápido, recoger la mesa, lavar lo ensuciado y dar un abrazo a Dario, que terminaba de poner el desayuno en la cocina a los peregrinos que terminaban de arreglarse. Santiago esperaba fuera, para despedir a los peregrinos que partiríamos ese día. Ya nos había explicado el día anterior, desde el mirador de Arrés, por donde encontraríamos la salida y el inicio de esta tercera etapa de nuestro Camino Aragonés. Tras bajar el serpenteante sendero y coger ancha pista, era imposible no mirar atrás y lanzar una mirada de añoranza por el cariño que atesoramos en aquel trocito de Huesca desde la llegada el día anterior.

lunes, 28 de abril de 2014

Arrés.

Jaca
Saliendo de Jaca
Puede que alguno despertara a nuestro paso por las calles de Jaca. Los bastones de dos peregrinos buscando occidente resonaban sobre los adoquines de la localidad. Primero la torre del reloj y su rey Sancho, y después la iglesia de Santiago, sobria como la conocía un año antes paseando de turista por esta tierras. Después, el caminar por senderos pegados a la carretera donde andar se hace anodino y casi de trámite para cumplir con tu objetivo del día.

domingo, 27 de abril de 2014

Jaca.

Somport
Albergue de Somport
Pequeños copos de nieve nos dieron la bienvenida en esta fría mañana en Somport. Nervios en la salida por muchos motivos. El no caminar desde hace años, la larga etapa a la que nos enfrentábamos y el frío, junto con el mal tiempo que nos podía apagar esta ilusión de nuestra vuelta al Camino. Esa misma nieve nos impedía tomar el Camino en un primer intento. Carretera hasta pasado un kilómetro en el que nuestro sendero se despejaba del peligro que pudiera dar un posible resbalón. Así nos encajamos en Candanchú, pueblo fantasma donde ni una sola luz se dejaba ver.