De Guillermo Rodríguez Bernal

jueves, 2 de agosto de 2012

La Ribiera Sacra I. San Pedro de Rocas, San Estevo y Los Cañones del Sil.

Río Sil
Una de las rutas de las que siempre oí hablar, fue de aquella que hay entre la provincia de Lugo y Ourense, a la vera de ese gran río que es el Sil. Se trata de la Ribiera Sacra y conseguí disfrutarla en mis vacaciones de verano de 2005. Nos alojábamos en la residencia de tiempo libre de O’Carballiño, en un mes de julio con un calor imponente. Consulté muchas guías por la red, ya empezaban a mostrarse muchas cosas por Internet y la cantidad de formas de marcarte el recorrido eran tantas como personas y empresas exponían. Decidí, a la vista de las  demás,   hacer  la  mía  propia,   mirando  desde  donde  residíamos  como  inicio  y  de  las
comodidades que buscaba con mi hija de cinco años, con los que ella contaba por entonces.
Iglesia de San Pedro de Rocas
 Muy temprano salimos dirección a Ourense. Tras rodearla por el sur en dirección este llegamos a la C-536, que nos serviría de eje para las diferentes visitas. Nuestro primer desvío sería en el pueblo de Esgos, para visitar el monasterio de San Pedro de Rocas. Buen comienzo para esta tan esperada ruta, al tratarse del monasterio más antiguo de Galicia. Data del s. VI y su iglesia está esculpida en la roca. Recuerdo que trabajaban en ella y se encontraba todo como a medio montar. Sorprendía las sepulturas de los monjes, ataúdes de piedra talladas con la forma del que yacía. Se distinguían perfectamente la parte de los
Sepulturas en San Pedro
hombros con la cabeza y como era mas estrecho a medida que bajaba a las piernas. Pocos días después, en el castillo-fortaleza de Ribadeo, me dijeron que se trataba de tumbas antropomorfas. Al salir de la iglesia y pasando a través de un arco, llegabas bajando un camino hacía la fuente de San Benito. Lugar también escavado en la roca, del que decían los de por allí que sus aguas ayudaban a quitar verrugas. Imponía la enorme vegetación que rodeaba todo aquello.
Loña do Monte
Dejamos el monasterio y por la misma tupida y sinuosa carretera, seguimos en dirección norte. Se me viene a la memoria cómo los árboles se metían en la carretera formando como un túnel natural, que casi hacía que tuviera que encender las luces del coche. Casi llegando a la cima, nos encontramos con la aldea de Loña do Monte. No la dejé a un lado y me metí por su única calle. En forma circular, se entraba por un lado y se salía mas adelante. Más de la mitad de sus casas deshabitadas y todas rodeando a su iglesia y cementerio.
Afilador-paragüero
En poco llegamos a Luintra, gran pueblo con una estructura moderna de la que destacaba su austera ermita a Santa Eulalia y la imagen de un personaje muy típico de allí: El afilador-paragüero. Muchos fueron los que salieron con este oficio del pueblo para el resto de Galicia y de la península. Tras el descanso oportuno y el rato de ocio, requerido por la pequeña en un parque con toboganes, decidimos continuar.
Llegábamos a otro punto importante de nuestra ruta. El majestuoso monasterio de San Estevo Riva do Sil estaba en el municipio de Nogueira de Ramuín. Recuerdo una fuerte pendiente cuesta abajo hasta llegar a la entrada. Forma parte de la cadena de Paradores Nacionales, lo que hace que esté perfectamente restaurado y cuidado. Enorme sus dos claustros a los que podías acceder como turista. Curiosos sus dos bellos pórticos de entrada, con los coches aparcados a un lado y las tumbas de los allí enterrados al otro. Tomando de nuevo aquella pendiente, esta vez para arriba, ver la perfecta ubicación del monasterio rodeado de verde y montaña en todo su entorno.
Monasterio de San Estevo Riva do Sil
Saliendo del municipio, quizás lo mas esperado. El espectacular tajo formado por el Sil en los denominados cañones del Sil. Aparcar el coche en los pocos accesos creados en la estrecha carretera de entonces, y buscar los miradores para contemplar esa belleza natural formada por este afluente del Miño. Te pasarías las horas allí admirando tanta grandeza, pero no podíamos perder mucho tiempo si queríamos cumplir con nuestra ruta.
Cañones del Sil
Pincha aquí para "La Ribiera Sacra II. Los Balcones de Madrid, Montederramo y Castro Caldelas."

10 comentarios:

  1. Magnífico y documentadísimo relato, amigo.
    Son vivencias que hacen sentirlas como vividas por uno mismo.
    Felicidades, y te sigo, Guillermo....

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  2. Gracias, Armand. Ahí estamos, en tratarlas de describir como se merecen. Pero es complicado hacerlo con tanta grandeza natural y cultural. En unos días las segunda parte.

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  3. Esos lugares son muy bonitos y ni siquiera me acuerdo de que he estado,y, además lo escribes genial.

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    1. Eso no vale, Isa.... que tienes ventaja de decirselo personalmente....
      Pues aprovecho, y le das un beso de mi parte...¿Vale ?

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  4. Gracias hija. Pues ya ves como se llama el blog. Ya volveremos.

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  5. Fantástico, Guillermo. Espero los siguientes.

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  6. Lo he estado releyendo para notas y cuando pueda hacerlo como ponía en el siguiente y verdaderamente tienes que ser parajes, lugares para perderse, en el mejor sentido de la palabra. mantengo lo de una gran idea de recrearnos con estas narraciones...

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