De Guillermo Rodríguez Bernal

lunes, 13 de agosto de 2012

Mallorca. Cuevas, Valldemossa y Alcudia.

Cuevas del Drach
Dentro de los consejos que recibes de visitas por esta isla, es la de “Las cuevas del Drach”. Importante cola la que nos encontramos a primera hora de la mañana, por la cantidad de personas interesadas en verlas. Una vez dentro, rápido el tránsito entre estalactitas y estalagmitas hasta llegar al punto que la hace distinta a las demás.  Tomar asiento en los bancos
habilitados frente al Llac Martel y asistir a un espectáculo de luces perfectamente amenizado con un concierto en directo de un cuarteto de cuerda sobre una barca. Terminado, dejar poco a poco nuestros asientos, que me hacían recordar aquella de película de “El Verdugo”, rodada en ese mismo escenario en los sesenta, y el deseado paseo en góndola por aquellas espesas aguas. Magnífico, aunque en cierto modo esperado de aquel sitio tan conocido.
Carretera a Coves d'Artà

Coves d'Artà
La sorpresa la tuvimos al descubrir otras cuevas que no eran tan conocidas como las del Drach. Se trata de las “Cuevas de Artà”. Sólo llegar hasta ellas ya es una delicia. Una sinuosa carretera en el cap Vermell, uno de los más al este de la isla, con aguas turquesas y abundante vegetación. Dentro, visita guiada con bóvedas de gran altura, perfectamente explicado su origen y algo muy característico de ellas: La mayoría de las formaciones tenían un aspecto negruzco. Nuestro guía nos explicaba que era debido a las visitas que hace bastantes años se realizaban con antorchas encendidas y el humo teñía de negro aquel carbonato cálcico. Muy cerca, el pueblo de Capdepera, con su castillo visitable con magníficas vistas de este pueblo y de su costa.
Capdepera

Vistas desde Cartuja de Valldemossa
Bastantes cosas más nos esperaban en estas visitas de interior, entre las que se encontraba Valldemossa. Llegamos a la hora de comer y en una terracita de un italiano lo hicimos estupendamente. Luego paseos por sus empedradas calles, llenas de gente y de tiendas, la mayoría turísticas. Subir y bajar hasta encontrarnos con la entrada a la Cartuja. El placer de ver las habitaciones y terrazas donde vivieron en tiempos Fréderic Chopin y George Sand. No pudieron elegir mejor lugar por sus montañas y su vegetación, junto con aquel palacio donde residió el rey Sancho.
Alrededores de "La Granja", en Esporles
Muy cerquita, en Esporles, tenemos “La Granja”, otra maravilla por la zona en la que está situada y por el paseo que haces por sus alrededores. Un verdadero museo de Artes y Costumbres mallorquín en plena naturaleza. Además de los típicos animales de granja, molinos de agua, alguna cascadas, te encuentras con aquel enorme caserón con un gusto exquisito en su decoración, donde puedes recrear la forma de vida de los señores del lugar y de los trabajadores a su servicio, con sus enseres para el campo, la alfarería, la carpintería, la herrería y las cocinas. A la salida, degustación de productos de la zona donde teníamos mermeladas, panes de higo, sobrassadas, buñuelos, etc…
También recuerdo una visita malograda a una fábrica de vidrio. Allí estuvimos bastante tiempo, pero la espera acabó con nuestra paciencia y la de otros, al no salir nadie de los que soplaban en los tres hornos que había encendidos. Nos desquitamos algunos kilómetros mas adelante, en Manacor. Como es lógica, la visita a su tienda de perlas en la que es difícil no caer para traerte algo de recuerdo o para la familia.
Sant Jaume en Alcudia
Por último, y ya picoteando la costa, la visita de Alcudia. Hablan de él, que puede ser el pueblo más antiguo de Mallorca. Se encuentra amurallado, con todo su contorno perfectamente restaurado y, al menos por el tiempo que estuvimos por allí, bellamente engalanado. Calles estrechas y empedradas, donde tuvimos la suerte de encontrarnos con que estaban de mercadillo. Puestos de flores, frutas, telas, las típicas cosas curiosas de nuestros abuelos, y un bullicio enorme de gentes buscando, comprando y paseando, hacían más medieval a aquella villa. A extramuros, pasear por su contorno, ya de vuelta, y encontrarnos con la iglesia de Sant Jaume. Lastima de no conocer por entonces al bueno de Pedro para que consiguiéramos de su párroco el sello de la parroquia. Al menos, Pedrito, tenemos su foto.
Después de comprobar el blog de Pedro y sus iglesias de Santiago, compruebo que tiene el post de esta última iglesia incluido. Os dejo el enlace.
Pincha aquí para ver descripción de sello e iglesia de Sant Jaume en el post de Pedro Correjaco

Pincha aquí para "Mallorca. Palma y Soller."

Pincha aquí para "Mallorca. Sa Calobra, Fomentor, Caragol y algo de comer."

4 comentarios:

  1. Hola Guillermo, parece como si te hubieran encargado una "guía" de la isla, repito el anterior comentario en tu post(Mallorca I), tomo nota para en un futuro bien próximo, poder enseñaros nuevos rincones de Mallorca, para que luego no digais, que unicamente conoceis las rutas turísticas por excelencia. !!!!

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  2. Muy bien Joan. Esperemos estar pronto por allí con los buenos amigos que nos quieran acompañar.

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  3. Muy bien... en correspondencia a una de tus citas he subido el sello de la Parroquia de Sant Jaume de Alcudia en la entrada de Baleares de lo mío.

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  4. Pues mira Pedro. Me has dado una idea. Coloco en el post en enlace a tu sello de Alcudía.

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