De Guillermo Rodríguez Bernal

lunes, 24 de septiembre de 2012

Tarragona. La Mussara, Prades, Siurana, Scala Dei y alguna que otra leyenda.

La Mussara
Sería sobre primeros de septiembre de 2007, de aquellas magníficas vacaciones en Tarragona. Este día que os describo, decidimos cambiar la costa por el monte y conocer un poco les muntanyas de Prades y  el parque natural Montsant. La N-420 primero y la T-704 después, nos hacían subir bastante alto y meternos de lleno en les muntanyas de Prades. Pronto, y después de bastantes curvas, llegaríamos a La Mussara, nuestra primera parada del día.
Ruinas de la Iglesia de La Mussara

Riscos desde La Mussara
Este pueblo totalmente abandonado de Tarragona, encierra más misterios que cualquier otro catalán e incluso de la península. Con constantes nieblas, sobre todo en invierno, se habla de él que son muchos los desaparecidos, al parecer por la existencia de puertas dimensionales que atrapan a las gentes, no volviéndoseles a ver a unos por un tiempo y a otros para siempre. También dicen de él, que fue pueblo de brujas y que su cementerio es lugar común para capturar psicofonías. En determinados sitios del pueblo, dicen que pueden sentirse mareos por tratarse de zonas muy magnetizadas, sin motivo alguno.  Yo ni vi,  ni sentí,
Vistas desde La Mussara
ni oí nada de esto. Por el contrario, tuvimos la suerte de apreciar el hechizo de un pueblo en ruinas y de como la naturaleza trata de apropiarse de aquel terreno que en su día le perteneció. Poco quedaba en pie y la vegetación lo ocupa todo, agarrándose a su campanario y a los restos de los muros de su iglesia, a un enorme pilón de agua a la entrada y a los medios muros de algunas casas que en su día dieron vida humana a este lugar. Dando la espalda al pueblo, un autentico balcón a toda les muntanyas de Prades. Magníficas vistas y escarpados de gran altura que hacen de La Mussara un lugar perfecto para querer volver a vivir en él, si no fuera por…
Iglesia de Santa María de Prades
Continuando, llegamos a Prades, la Vila Vermella. Aparcamos en la misma carretera y caminamos hasta su Plaça Major, donde un mercadillo se había adueñado de ella. Nuestro objetivo era caminar unos ocho kilómetros, cuatro de ida y otros tantos de vuelta, desde el pueblo hasta la ermita de la mare de Déu de L’Abellera. Nos dijeron que pidiéramos  la  llave  en  un  bar que hacía
Ermita de L'Abellera
esquina en la plaza, pero al estar lleno de gente, decidimos continuar y conformarnos con verla sólo por fuera cuando llegáramos. La roja iglesia de Santa María y su arco, que hace que la villa tenga el apodo de Vermella, nos despidieron en nuestro caminar. Una hora y minutos tardamos en escalar hasta donde estaba la ermita por aquellas rocas y tierras rojas tan característica de allí. En el camino, cruzarnos con tres ermitas, nombre por el que también es conocido este recorrido. Al llegar una cancela nos corta el paso. Por lo visto, y como en ese momento comprobamos,  la  llave  en  cuestión no era de la iglesia
Ermita de la mare de Déu de L’Abellera
en sí, sino de la cancela de paso a la ermita. Volver por el mismo camino, conseguir la llave en el ayuntamiento, dejando el DNI en prenda y volver, eso sí con el coche al encontrar una carretera justo al lado de nuestra ermita. Allí, buenísimas las vistas de la sierra e increíble el emplazamiento del santo lugar que parecía escavado en la misma roca, roja por supuesto.

Llegando a Siurana
Seguimos conduciendo hasta el puerto de Albarca, con el pueblo en su cresta que daba la impresión de tocar el cielo, y nos desviamos para acercarnos a Siurana. Único su aparcamiento para dejar el coche, un poco antes de llegar. Único también, el emplazamiento de este pueblo, al está construido sobre una peña  a  gran  altura  que de lejos parece
Calles de Siurana
no verse, al tener las piedras con las que están hechas las casas el mismo color de la peña donde se aposentan. Antes de entrar, los vestigios de un antiguo castillo musulmán. Pocas son las callejuelas por donde pasear, al ser un pueblo muy pequeño, y la mayoría de las casas dedicadas a restaurantes, tiendas y sitios para turistas, pero de una belleza inigualable.  Después  de  dar  cuenta  de
Siurana
unos bocatas y algo de fruta, continuamos hasta el final, llegando al fin de la peña, con unas vistas increíbles del cercano parque natural de Montsant y del embalse de Siurana. Por allí, puede ser un entretenimiento el tratar de buscar las herraduras del caballo de la reina mora. Siurana fue reino  musulmán,
Casas de Siurana
gobernado por la reina Abd-el-azia, de la cual decían que era muy bella. Fue traicionada por un judío que provocó la entrada del Señor de Tarragona. Dicen que los cristianos mataron a casi toda la población y la reina huyó a caballo por esta parte final del pueblo. Quiso saltar al vacío al verse rodeada y su caballo, ante el miedo de precipitarse, clavó sus patas delanteras dejando sus herraduras marcadas en la roca.
Para finalizar el día, comprando antes unos vinos tintos y blancos de El Priorat, nos metimos de lleno en el parque natural de Montsant. Seguimos una cordillera con esa roca tan característica de esta zona, y que tanto se parece a las de Montserrat, hasta llegar a la Cartuja de Scala Dei. Increíble el emplazamiento de este lugar, donde un pastor soñó que unos ángeles subían al cielo por una escalera. Se pueden visitar sus ruinas y una especie de celda recreada de cómo vivían los monjes cartujos.
Cartuja de Scala Dei
De vuelta a nuestra casa provisional, continuar conduciendo despacio por esa misma carretera, pasando por los pueblos de La Vilella Alta y La Vilella Baixa y llenando nuestros ojos y nuestro sentir de esta maravilla de parque natural y esta maravillosa tierra.
Parque Natural de Montsant

Pincha aquí para ver "Tarragona. Centcelles, Miravet, Tortosa y la desembocadura de un río."

6 comentarios:

  1. Hola Guillermo, muy buen reportaje, conozco un poco esta zona, ya que en el Priorat, (Porrera , está "Agermanat" con mi pueblo Porreres ).
    Tierras esas de buenos vinos, y buenas avellanas !!!!

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    1. Pues tenía conocimiento de los buenos vinos de el Priorat, pero no sabía lo de las avellanas. Para el próximo viaje por esas tierras estaré mas pendiente.

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  2. Buen relato y sobre todo las menudencias... que lo hacen tan atractivo... buenos recuerdos de mi "mili"... y aún mejores de un "encierro" que hice como peregrino... si, si..., en Scala Dei por tres días... si encuentro algo te lo aporto... (no fotos que en eso eres genial)

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    1. Muy interesante eso del encierro, que al principio crei que era con una vaquilla. No te imaginaba con botas, mochila y bordón corriendo delante un toro. Al ver lo de los tres días ya me imaginé que se trataba de otro tipo de encierros.
      Gracias, por el comentario, Pedro.

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    2. Fue un año de trabajo en BCN, como no estaba para venir a Marbella a pasar el fin de semana o puentes decidí irme allí y tomarlo como lugar de "acampada" para moverme por la zona... (1993)la "mili" la hize en Castillejos, un campamento militar por encima de Reus y Tarragona por la parte de la Musara y ahí precisamente sus gentes nos daban cada comilona cuando nos escapábamos... recuerdo el sabor del conill amb alioli que era uno de los más buscados... (1958. El recuerdo de Scala Dei no está bien que lo muestre ja ja...

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    3. Pues me quedo con las ganas de los de Scala Dei, lo que no me creo es que la mili la hicieras después que yo, Pedrito. ¿1993?. Bueno tomaré por bueno 1953.

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