De Guillermo Rodríguez Bernal

lunes, 6 de febrero de 2017

Girona.- La comarca de la Garrotxa.

Santa Pau
Santa Pau
Para mí, una de las comarcas más fascinantes que existen en la península, es la Garrotxa catalana. Aquel verano de 2015 en Girona, fue el que nos tocó para descubrirla. Con los apuntes traídos de casa, lo que me pudieron ayudar en las oficinas de turismo que visitamos y la ilusión y las ganas que llevaba, hicieron fácil el recorrido que monté para no dejar atrás nada y de lo que quedé fascinado. Pueblos y naturaleza en el corazón gironés con un denominador común: los más de veinte volcanes que modelaron esta tierra y que le da ese punto especial y único en muchos sentidos.
Santa Pau
Calles de Santa Pau
Una señal de aparcamiento me desvía a la izquierda. Después quedaba caminar entre calles para llegar al corazón de Santa Pau. Su Plaça Major sirvió de inicio de un paseo de calles sinuosas y casonas de piedra de un pueblo que respira tranquilidad por todos sus poros. Las personas encargadas de la oficina de turismo se desvivían por atendernos, para que no dejáramos atrás nada de la bella localidad y de sus alrededores. Y que no nos fuéramos sin probar su joya más preciada: el Fesols de Santa Pau. Después de rodear los muros de su castillo y perdernos entres sus calles, volver junto a la iglesia de Santa María, visitarla y retornar al coche para continuar con el día. Sin dudarlo, uno de los pueblos más bonitos de España.
Santa Margarida
Ermita de Santa Margarida de Sacot sobre el cráter del volcán
Estratos de lava
Estratos de lava
A pocos kilómetros hacia poniente, tenía la primera caminata del día. Justo a pie de la carretera está el aparcamiento y un sendero que nace de él me lleva hasta el mismísimo cráter del volcán Santa Margarida. Sendero fácil, en pendiente y muy arbolado me lleva en menos de una hora hasta el mismo centro de aquel gigante extinguido hace siglos. Allí mismo, la solitaria y coqueta ermita de Santa Margarida de Sacot. Desde el siglo XII ha sido reconstruida en dos ocasiones, una por movimientos sísmicos y otra por el abandono en que se encontraba. Ahora, aislada del mundo, es testigo mudo únicamente de los caminantes que por allí pasan para verla. De vuelta hacia el aparcamiento, dando un rodeo por lo que sería el borde del cráter, muestras de sedimentos de lava en los costados de los caminos por donde paso.
Fageda d'en Jordà
Fageda d'en Jordà
Continúo hacia el oeste y una nueva señal de aparcamiento me obliga a parar. Algo único obligaba a otra caminata de poco más de media hora. La reserva natural de la Fageda d'en Jordà nos abría sus puertas. Un camino señalizado da un rodeo sobre todo un bosque de hayas asentado sobre una lengua de lava del volcán Croscat. Recorrido relativamente llano a excepción de unos montículos de lava que por estas tierras llaman tossols. Otra particularidad del recorrido es que lo puedes hacer alquilando unos carromatos que te llevan a caballo con guía por toda la zona. No se puede dejar de ver.
Sant Esteve
Iglesia de Sant Esteve en Olot
Franqueados por varios de estos volcanes, llegamos a la capital de la Garrotxa. Nuevas muestras de amabilidad en la oficina de turismo de Olot, donde nos explicaron minuciosamente el mejor recorrido que podíamos hacerle a la ciudad para no dejar nada atrás. Lo que más destaca y con lo que me quedé, fue la estupenda ruta modernista que tienen preparada. Las casas Solà Morales, Pujador, Escubós, Gassiot y Gaietà Vila, la estructura de sus calles, los comercios y el continuo pasear de gentes toda la mañana, hacen de Olot una ciudad bonita y hecha para vivir. Como emblema y en el corazón de la ciudad, la iglesia de Sant Esteve. Como curiosidades importantes, el poseer la plaza de toros más antigua de Catalunya y un tipo de cocina muy especial: La cocina volcánica, no podía ser otra.
Olot
Modernismo en Olot
Hacia el norte primero y virando al este después, me aparece un pueblo sobre una gran mole de piedra. No pasa desapercibido para nadie la imagen de Castellfollit de la Roca sobre un precipicio. Das un pequeño rodeo, obligado por la situación en la que está, y llegas a un aparcamiento del que es fácil hacer ese recorrido longitudinal que tiene el pueblo. En nada estoy en su mirador, junto a la iglesia de Sant Salvador, formando parte de aquella maravilla formada por piedra sobre roca. La indicación de una ruta por el Carrer de la Font hace que baje por el otro costado del pueblo, llegando a la altura del río Fluvià. El camino es poco transitado y la vegetación se lo come, con lo que desisto continuar. De nuevo en el pueblo, un abuelo sentado a la puerta de su casa, me confirma que ese camino es intransitable.
Castellfollit de la Roca
Castellfollit de la Roca
Termino mi recorrido por la Garrotxa llegando a otra maravilla, otro pueblo que pudiera estar entre los diez más bonitos de España. Besalú tiene abajo un amplio aparcamiento. Además, un buen restaurante de menús con un trato muy familiar y muy agradable. La entrada al recinto medieval te la da su monumental puente sobre el
Besalú
Puente sobre el Fluvià en Besalú
río Fluvià. Impresiona llegar a él y atravesarlo para meterte de lleno en el centro del pueblo. Una vez dentro, llegamos a la plaça de la Llibertat. En los días de calor, sus soportales dan el frescor necesario para coger fuerzas en el recorrido por sus calles. La oficina de turismo ofrece un recorrido guiado, pero llegamos demasiado tarde y no pudimos aprovecharlo. Dejándome llevar de intuición, tiro por la Carrer Major para llegar a la iglesia de Sant Vicenç. Después a la Plaça Prat de Sant Perè, amplia y presidida por el monumental monasterio de Sant Perè. Desde ahí, caminando entre calles, descubrimos su antiguo molino, el hospital de Sant Julià, alguna de las puertas de entrada desde el río y los pocos restos de la sinagoga herencia de los judíos que habitaron el pueblo. Sin darme cuenta, me topo de nuevo con su enorme puente que me manda de regreso al aparcamiento.
Buenos recuerdos el que guardo de esta tierra y esta comarca en particular. Quedó mucho por ver y disfrutar, con lo que el deseo de volver sigue latente en mi pensamiento. Espero algún día, retomar todo aquello que quedó pendiente. Ojalá sea pronto.

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2 comentarios:

  1. Willy una maravilla de reportaje y narración y como otras veces tocando muy adentro en mí, ya que como sabes mi juventud la pasé precisamente por Gerona, entonces, desde mis primeros mese hasta los 24 años que me trasladé a la hostelería de LLoret de Mar. Solamente dos notas, una que en Castellfollit de la Roca hubo Parroquia de Santiago que luego pasó a otra advocación pero conserva una bolita Ermita aún de Sant Jaume... otra mi primera aventura caminera arrancó de Besalú Olot, Camprodón, Sentcases Lagos de CaranÇa en plenos pirineos y a Nuria 15 días por allí con el grupo de los boy scouts... en fin muy gratos recuerdos que me has traido. Felicitaciones por este "trabajo"

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    1. Hola Pedro. No había visto el comentario hasta ahora. Mis despistes. Pues ya sabes que no hay nada más placentero que traer recuerdos a los amigos. Tengo en mi memoria todas esas caminatas de niño que me contabas mientras caminábamos. Pienso que son las que nunca se borran. Gracias por tus palabras.

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