Un día uno del mes de abril de
hace tres años di mis últimos pasos como peregrino en ese Camino que nos lleva
a Santiago de Compostela. No sé si fue producto de la casualidad, un poético
capricho del destino o que tenía que suceder así, pero sacudí el polvo y
desabroché el cordón de mis botas en Astorga aquel día donde, años antes, le di
el primer apretón para ajustarlas en mis primeros pasos como peregrino. El
mismo lugar. Entre medio, muchos kilómetros, personas, vivencias, lugares,
sentimientos de todo tipo a desbordar y alguna que otra leyenda.
Origen de un grupo de peregrinos |
Ahora vuelvo. No podía dejar de
ver de nuevo flechas amarillas sin la compañía de mi gran amigo y compañero de
caminos José Manuel, con el que comencé. Si es cierto que no voy con esa
frescura de la primera vez, donde todo estaba por descubrir y tenía que sufrir
toda la inexperiencia en el caminar que pasamos todos. Eso lo llevo de ventaja,
pero no dudo que voy con las mismas ganas, la misma ilusión y los mismos
nervios que esa primera vez. Mi pensamiento en los preparativos, en el que
llevar, mirando que tiempo nos hará obsesivamente, no queriendo dejar nada al
azar para aprovechar al máximo cada segundo vivido y cada paso dado con la
menor incidencia posible. Sé de sobra que todo está por venir, que lo bonito y
el verdadero espíritu peregrino está en lo sobrevenido sin esperar y sin
planificar. Sé que todo eso también llegará.
Mañana bajaré a la Asociación de Sevilla a
recoger las credenciales. Después tocará sacar la mochila, que paciente esperó
a que la desempolvara de nuevo y buscaré una nueva vieira que señalaré como
Aragonés 2014. Pronto empezaré de nuevo con lo dejado. Pronto daré mi primer
paso camino a Santiago. Pronto aquel pito famoso que dio nombre a un grupo de
peregrinos volverá a marcar el oeste en su pequeña brújula. Muy pronto.
Bravo!!!!! Y volvió a caminar el pito????
ResponderEliminarÉste naranja volvió a caminar y seguirá caminando.
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