De Guillermo Rodríguez Bernal

sábado, 5 de junio de 2010

Tábara.

Granja de Moreruela
Inicio del Camino Sanabrés en Granja de Moreruela
El inicio de este relato comienza a las puertas del albergue de Granja de Moreruela. Helenio y yo comenzábamos el Sanabrés después de culminar nuestra Vía de la Plata hasta llegar a Astorga. Pero este día iba a ser distinto para los dos, por acompañarnos un peregrino muy especial, Pedro Correjaco, cumpliéndose así una ilusión de tiempos atrás de caminar juntos.
Eran alrededor de las siete de la mañana. La puerta del albergue esta cerrada y se veían, en su interior alguna que otra cama revuelta. En sus escalones, cuatro francesas desayunaban un bocadillo tranquilamente sentadas. Supusimos su nacionalidad al ver aparcados dos coches con matrículas del país galo a unos metros de ellas. Sus maleteros estaban abiertos y a tope de maletas y mochilas.
Iniciando la jornada
Iniciando la jornada
Después del oportuno estiramiento iniciamos nuestro camino con las fuerzas que te dan días de preparación anterior y la ilusión de estar de nuevo en la senda que nos lleva al apóstol. Todos sabemos que ese primer día vas como volando. La temperatura lo suficientemente fresca como para colocarse manga larga, de la que al poco tiempo nos desprendimos. El cielo azul y el día radiante. La pista por la que andábamos limpia y ancha. Y la compañía inmejorable. Nuestro objetivo llegar a Tábara recorriendo nuestros 25 kilómetros de rigor.
Puente Quintos
Puente Quintos
Nuestro primer encuentro con otro peregrino fue después de los primeros cuatro. Una holandesa, con gesto serio y cabeza baja, venía en sentido contrario apretando el paso ayudada por sus dos bastones. Nos comenta que el camino está cortado por una especie de lago. Nos hablaba en portugués, gracias a los años que se ha llevado veraneando en nuestro país vecino. Repasamos las notas y nos damos cuenta que también nos habíamos pasado nosotros de nuestro primer desvío. Después de consultar con el cuentapasos de Pedro, vimos que tan sólo habían sido unos metros. Caminamos con ella, acompañándonos, como durante bastantes tramos de nuestra Vía de la Plata, las grandes torretas de tendido eléctrico con pinta de mejicanos amorosos.
Río Esla
Río Esla
Dos sorpresas al llegar al puente Quintos. El increíble paisaje que forma el río Esla por este paso y uno de los coches de las francesas aparcado en un lado de la carretera. Ya sabíamos que iban delante nuestra y suponíamos con poco peso. Tras cruzar el río la posibilidad de seguir por carretera o de abrirnos paso por la maleza del camino por el que se bordea al Esla. Elegimos esta última. A unos cientos de metros, por el mal terreno y por la vegetación abundante, echábamos de menos el trazado de asfalto. Fuerte subida e imagen de la zona indescriptible. Hicimos bien en tirar por allí.
Faramontanos de Tábara
Recto camino hasta Faramontanos de Tábara
Al poco tiempo, una casa que a duras penas conservaba sus muros, me la marca Pedro como aquella, en la que hace bastantes años, fue comuna hippy.
Después de varios cambios de camino y dejando atrás la finca “Val de la Rosa”, la larga recta que nos lleva a Faramontanos de Tábara. Fue llegar y, después de reponer líquidos, buscar la casa del cura, para conseguir el sello de la parroquia. La señora que nos abrió la puerta fue la encargada de colocárnoslo después de una agradable conversación. Coincidir en el bar de este pueblo con las francesas y varios peregrinos más con los que coincidiríamos en el albergue.
Tábara
Tábara
Tras varios desvíos y apretando ya bastante el calor llegamos al pueblo de León Felipe, nuestra meta de este día. Entretenido el cruzar el pueblo al estar invadido por el mercadillo. Puestos de todo tipo de cosas que sorteábamos entre la gran cantidad de personas allí concentradas. Llegar al albergue donde sólo quedaban las literas de arriba, ducha de agua fría, que vino de maravilla para el calor, y buscar “El roble” donde almorzamos unas lentejas deliciosas. Ver las posibles salidas para el día siguiente, donde se comprueba la increíble habilidad y sabiduría de Correjaco para hacer caminos, y comprar la cena y el desayuno de arranque de por la mañana.
Albergue de Tábara
Albergue de Tábara

2 comentarios:

  1. Ahora me aclaro y al volver a releer tu mensaje en el correo entiendo el no haber visto algunas, iré entrando en todas y siempre admirando el trabajo y las fotos hechas con una belleza y contenido extraordinarios... ¿por que no pones enlaces a los temas en una general como hago yo y así se va directamente y no hay que ir buscando... je je... es por comodidad eh¡¡¡¡¡

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  2. Ahora me aclaro y al volver a releer tu mensaje en el correo entiendo el no haber visto algunas, iré entrando en todas y siempre admirando el trabajo y las fotos hechas con una belleza y contenido extraordinarios... ¿por que no pones enlaces a los temas en una general como hago yo y así se va directamente y no hay que ir buscando... je je... es por comodidad eh¡¡¡¡¡

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