Liverpool. Albert Dock, The Beatles Story, el Jacaranda y Mattew Street (2ª Parte).

Reponiendo fuerzas en The Pilgrim

Doblamos la esquina y allí estaba “The Pilgrim”, una especie de pub solitario y donde decidimos entrar a comer. Se hacía por un lateral, pasando una especie de arco como si fuera de una cochera. Dentro, letreros en español delataron al que nos servía detrás de la barra, que hablaba nuestro idioma perfectamente. Hamburguesas y cervezas en una mesa para cuatro acompañados de murales de los Beatles pintados en la pared. Recuerdo que estuvimos un buen tiempo disfrutando del sitio.

Nuestro paso por el Jacaranda

Al salir continuar con la búsqueda de lugares Beatles en el centro de Liverpool. Mala suerte al no encontrar el “Blue Angel Night Club”. Años después, ya con el google maps, vi la localización exacta. Posiblemente pasamos a su lado y no lo vimos. Mejor suerte tuvimos con el “Jacaranda”. Este pub fue propiedad de Allan Williams, primer manager de los Beatles antes que fueran famosos. Allí iban John y Stu a tomar cervezas cuando salían de la escuela de arte y allí fueron sus primeros conciertos, todavía como “The Silver Beetles” en Liverpool. En las paredes fotos de Stu, recortes de prensa de los Beatles y de la vuelta al pub de Pete Best y contratos originales enmarcados de actuaciones y giras de esos Beatles tempranos. Sobre las mesas y en la barra, ambiente de barrio con personas conversando y disfrutando de tan acogedor local. Los raros éramos nosotros en ese momento.

Buen rato en el Jacaranda con fotos hecha por Bernie Evans en la barra y en los vestuarios de los músicos de entonces.

Pedimos una guinness y un señor mayor, viéndonos turistas y retratándolo todo, se nos acercó. Se presentó como Bernie Evans y presumía de haber estado en el Instituto de Liverpool con Paul y George. En muchos lugares nos encontrábamos una foto alargada de cuando Paul y George

Lugar del escenario en los '60 con pintura de Stu. The Jacaranda Club

estuvieron juntos en ese colegio. Era una especie de foto grupal de todos los que acudían allí ese año. En la foto que tenían en el Jacaranda había una orla especial más, señalando a Bernie como otro de ellos. Este señor pidió que lo acompañáramos y bajamos a un sótano cerrado con llave. Nos explicaba que allí era donde tocaban los Beatles en 1960. Dos murales destacaban en aquel sitio. Uno fue pintado por John y otro por Stu, en sus tiempos en la escuela de arte. Nos enseñó los vestuarios donde se cambiaban para los conciertos y donde se ponía el escenario, justo teniendo detrás la pintura de Stu. Nos despedimos agradecidos y continuamos cerrando el círculo de ésta última ruta descubriendo a los Beatles en Liverpool.

El respaldar del banco más beatlemaníaco y la madre Liverpool con sus cachorros.

Dejamos para el final Mattew Street. Si antes paseamos por ella y la vivimos comiendo o de cervezas por la noche, ahora tocaba darle el toque turista que era para lo que estábamos allí. Es todo un museo de sentimientos Beatles al aire libre, lo que albergaba aquella pequeña calle de unos

The Cavern Club

cien metros de longitud y sus aledaños. Me vienen a la mente bancos para sentarse cuyo respaldar eran todas las canciones de los Beatles de la A a la Z, con las figuras de sus caras repartidas. La talla de una mujer en una pared con tres niños en sus brazos, estando uno de ellos apartado, como si fuera un ángel, la letra de Imagine en uno de sus lados y las palabras "Lennon lives" sobre su cabeza. Una pared de ladrillo, teniendo grabados en cada uno de ellos los grupos de rock y solistas que han tocado en Liverpool. Todos con letras negras excepto la de los Beatles con sus nombres en dorado, incluyendo a Stu y a Pete entre ellos. Una estatua de Lennon a tamaño natural imitando la portada del disco “John Lennon’s ‘Rock ‘n’ Roll’” del año ’75. Y sus pub’s y club, como el Lennon’s pub, el Lucy in the Sky, el Rubber Soul, el Grapes, el Cavern’s pub y, cómo no, el Cavern Club.

Algunos de los locales de Mathew Street

Eleanor Rigby

Tocaba volver al hotel, refrescarnos un poco y volver a la noche. Una noche de lunes que no fue igual a aquella vivida el sábado anterior. Era el final de nuestro viaje y todo estaba apagado. A la mañana siguiente, camino de la estación, desviarnos un poco para despedirnos de alguien. Empezamos nuestros descubrimientos con Eleanor Rigby en el barrio de Wolton y nos despedíamos de ella en su banco de Stanley Street. Con las maletas a un lado y en silencio disfrutamos

Nuestra despedida de Eleanor Rigby y de Liverpool

de su compañía por unos segundos antes de continuar hasta Lime Street. Justo al lado de ella, una placa dedicada a toda la gente solitaria “All the lonely people…”. Aterrizados en Sevilla ese mismo día por la tarde, ver el recibimiento de la familia y empezar a digerir todo lo vivido en esos días de octubre en Liverpool. Fue el momento en el que todo pasó a ese pasivo cerebral donde se acumula el paso de la vida. El recuerdo de este viaje perdura hasta nuestros días como el sueño que se cumplió aquel puente del Pilar del año 2003. El deseo de volver siempre estuvo latente, pero como romper con lo guardado en la memoria con nuevas vivencias. Imposible, creo yo, porque sería muy difícil que todo fuera igual.

All the Lonely People...

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