De Guillermo Rodríguez Bernal

sábado, 19 de enero de 2013

La ciudad de Salamanca.

Torres de las catedrales desde el puente romano
Y ya por fin tenía muy cerca la vista de las torres de las catedrales nueva y vieja. Sólo tenía que cruzar aquel puente, que ayudaba a salvar el Tormes a todos aquellos que venían de la Augusta Emerita buscando el norte. Apoyado sobre sus piedras trataba de encontrar, y creo que encontré, aquella isleta con molino donde vio la luz el “nacido en el río”, nuestro Lázaro de Tormes. Paz y sosiego el que se respira con el murmullo de las aguas del afluente del Duero en ese paso. Dejando atrás el viejo puente romano, pegar despacio el oído al toro de piedra, a ver si escuchaba ese gran ruido dentro de él, no sin antes mirar de reojo por si algún ciego malandrín me diera alguna calabazada contra él.

Lazaro, el río Tormes y el toro de piedra
Puerta de las Escuelas Mayores
A partir de ahí entrar en la ciudad que presume de tener la Universidad más antigua de España en activo, dejando libre la imaginación y todos los sentidos para maravillarnos de todo lo que esta ciudad está dispuesta a enseñarnos. Y es en las puertas de sus escuelas mayores donde se aglutinan estudiantes y turistas a buscar el batracio en la calavera. Detrás, Fray Luis de León parecía decirles, y creo que les decía, que buscaran un poco más a la derecha, a aquellos estudiantes que trataban de superar sus estudios con el hallazgo. Y dentro, entres sus aulas, aquella tan especial donde el fraile agustino, joya del renacimiento, pronunció aquello de “Como decíamos ayer”, tras su vuelta de la injusta prisión inquisitorial en la que estuvo mientras era juzgado. Al salir me parecía escuchar, y creo que escuché, los pasos del rector saliendo para su casa. Sólo tuve que seguir el taconeo de sus zapatos para llegar a la entrada del hogar de uno de los más ilustre del ’98. Su biblioteca, su ropa, su cama, sus gafas y alguna pajarita de papel, te hacía fácil adivinar la vida sencilla de Miguel de Unamuno.
Convento de San Esteban desde el huerto de Calixto y Melibea
Salamanca también es lugar de brujas, pociones y encantamientos. Justo en la cuesta de Carvajal está la Cueva de Salamanca, lugar donde impartía clases el mismísimo diablo y que nuestro Príncipe de los Ingenios inmortalizó en un entremés. También Cervantes nos presentó a Tomás Rodaja en una de sus novelas ejemplares, licenciado que perdió el juicio por una pócima de amor creyendo que estaba hecho de vidrio. Y como no, el encantamiento que sufrió Melibea de la Celestina, que nos contaba Fernando de Rojas y que tuvo aquel huerto de Salamanca como escenario imaginado por el autor del amor de Calixto hacia ella.
Claustro del convento de las Dueñas
Ahora, continúo con la visita obligada a las monjas del Convento de las Dueñas y, como no, he comprado una cajita de amarguillos de almendras. No paso por Salamanca sin probar estos dulces. Y me pongo a comerlos en uno de los bancos de la plaza del Concilio de Trento, frente a la plateresca portada del dominico convento de San Esteban. El contraste de la sencillez del primero y la majestuosidad de aquel que alojó a Colón, aquella vez que pasó por estas tierras para defender, ante expertos de la Universidad, la locura de que se podía llegar a las Indias navegando hacia Occidente.
Y me adentro dirección al centro, y me topo con sus dos catedrales, rodeada de calles peatonales y vistas desde casi cualquier punto de la ciudad. Deambular de gentes a su alrededor y la búsqueda, en alguna de sus puertas, de la imaginación de un restaurador con forma de astronauta. De lejos, ver como la torre de la nueva está ligeramente inclinada, por el temblor de la tierra en la capital portuguesa que hasta allí llegó en su día.
Astronauta y Catedrales Salmantinas
Casa de las Conchas
Por la rúa Mayor llego primero a la Casa de las Conchas, biblioteca pública que hasta hace poco perteneció a la Junta de Andalucía y que está custodiada por Francisco Salinas. Distinta a todas al tener su fachada llena de vieiras de piedra y edificio que me contaban que no tenía ninguna de sus ventanas iguales. En frente la Clerecía, con un magnífico claustro de tres plantas en su interior, llamado el patio de los estudios.
Termino mi pasear por esta rúa Mayor llegando a la Plaza Mayor. Podría ser la más bella de la península y aquí nos paramos para tomar algo. Ningún sitio mejor que el café Novelty donde parece sentirse, y creo que realmente siento, la presencia de ilustres oradores charlando sobre lo mundano y de lo divino. Sus paredes fueron testigo de tertulias de Unamuno, Ortega y Gasset, Torrente Ballester, Vargas Llosa, Juan Benet o Paco Umbral. Quien pudiera volver a atrás y permanecer sentado en un rincón sólo escuchando. En el centro de la plaza disfrutar de grupos de estudiantes de todas las épocas celebrando el final o el principio de sus estudios. No faltan locos enamorados de la plaza, que la tienen como vivienda y que imparten clases de la vida, como en su día hiciera el Licenciado Vidriera. Sin olvidarse de algún camarero que, con una maestría inusual, tira al aire las propinas dejadas en su bandeja para que caigan al bolsillo de su delantal, bajo el asombro de todos. Sólo queda mirar para el ayuntamiento, con su preciosa fachada al norte de la plaza, para atravesarla por su arco y seguir caminando hacía el norte, por el camino que lleva a Zamora.
Plaza Mayor
Por último vuelvo de nuevo a Miguel de Cervantes y entresaco de una de sus Novelas Ejemplares esta frase suya que hago mía: “Salamanca que enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado.” El Deseo de Volver queda latente en todos los que la visitaron antes, los que la visitan ahora y aquellos que la visiten a lo largo de los tiempos.

12 comentarios:

  1. Divino!! Estoy con la boca abierta. Texto educativo, cultural, entrañable y sencillo que te lleva por Salamanca con los ojos cerrados, por esa ciudad con tanta historia y que seguro que irremdiablente habrá que volver.
    Me ha resultado extraño que la Casa de las Conchas perteniera a la Junta de Andalucía...
    Guillermo gracias por ilustrarnos tan bien.

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    1. Gracias a ti por tus palabras, Pilar. Cuando se escriben la cosas por devoción es un placer enorme recibir comentarios como el tuyo.

      El Conde de Santa Coloma era el dueño de la Casa de las Conchas. Por una deuda de impuestos la entregó a la Junta de Andalucía en 1997. Después en 2005 la Junta la cambia al Estado por otro edificio. Así que el ya sabes, es de todos.

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  2. Me uno a las palabras de Pilar en todo...

    Y "como decíamos ayer" solamente un pero... aunque con tu permiso dentro de mi "amor" al camino lo haré yo, es etapa del Camino de Santiago Vía de la Plata, una de mis preferidas por todo lo que has reflejado tan bien y por otras cosillas... el albergue de peregrinos está justo al lado del Huerto de Calixto y Melivea, desde sus ventanas, (he dormido en el salón de abajo, en un sofá, una vez las habitaciones de arriba estaban llenas pues es pequeño)escuchaba y sentía el murmullo de las aguas, el olor de las plantas y flores que tiene y antes del cierre el murmullo de las parejas que se recrean en ese marco, es un lugar Salamanca por sus estudiantes para comer y beber bien, tienen la buena costumbre andaluza de dar tapa con la bebida en los bares populares de la juventud, espero ese tema no vaya a salir en la segunda entrega en cuyo caso pido perdón, y... en la Taberna Celta, calle Primera, 23, a los peregrinos que van por primera vez nos ofrecen a degustar algo gratis y a base de comida gallega...

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    1. Pues nunca he estado en La Taberna Celta, creo, así que vamos a necesitar de ti para que nos cuentes que es lo que degustan gratis los peregrinos que por allí se pasan.
      Gracias, Pedro.

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    2. Bueno ja ja... pagando hay de todo a base de buena comida gallega... la última vez que estuve como iba con "nuevos" nos pusieron un exquisito plato de pulpo y oto de empanadillas como las grandes a base de marisco y demás creo que había zamburiñas también ... muy rico todo... ahhh y chupitos al final ... por cierto lo del astronauta tiene miga e historia... ¿porque no al cuentas? un abrazo amigo...

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    3. Curiosidades

      Astronauta. En la puerta de Ramos (norte), frente al Palacio de Anaya, puede observarse la anacrónica figura de un astronauta esculpida en el flanco izquierdo. Con motivo de acoger Salamanca la exposición Las Edades del Hombre en el año 1993, se decidió restaurar la Puerta de Ramos, muy deteriorada por el paso del tiempo. Durante esta restauración, el astronauta fue labrado en piedra en 1992 por el cantero Miguel Romero, siguiendo la tradición de incorporar un elemento contemporáneo en cada restauración. El día 20 de septiembre de 2010 apareció con el brazo derecho roto objeto de un acto vandálico.1 2 3 4
      Otros adornos. Debajo del astronauta se encuentra un lince, a su derecha un toro, debajo del toro se puede ver un dragón con un helado de tres bolas que está sonriendo. Más a la derecha, junto a la puerta, hay tres figuras: un cangrejo de río, una cigüeña y una liebre que representan, respectivamente, agua, cielo y tierra en Salamanca.

      Wikipedia. http://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_Nueva_de_Salamanca

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  3. Guillermo, amigo.... " ..como deciamos ayer...", y digo hoy, a leer este tratado sobre la ciudad y sus obras arquitectónicas y los personajes que aún viven en nuestra literatura y en nuestra historia, solo me queda decir... BIEN, GUILLERMO....MUY BIEN....
    Esto es poner sobre blanco las experiencias y vivencias de una "gran" persona, y ten la seguridad que eres mas grande por dentro, que por el exterior. Tal vez sea por eso, qu etu grandeza interior te haya hecho ser, para mi, mi amigo el "gigante de Campobecerros".
    Un beso, amigo.

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  4. saludos cordiales amigo... y después de Salamanca donde encaminaste tus pasos?

    Un abrazo

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  5. Querido Guillermo, ya sabes que mi hermano alza palabras. Pararme a leer este texto después de una ardua jornada laboral combinada con una máster class por tú sapiencia, han hecho que me alces a esa maravillosa ciudad, minuciosamente descrita. Desconocía cuánta historia habita en ella y has despertado mis ganas adormecidas por la falta de tiempo, para husmear en todo aquello cuanto has relatado. No dejas de sorprenderme.

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    1. Hola Sandra. Es un placer siempre ver que gustan mis escritos. Gracias por tu palabras.

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