De Guillermo Rodríguez Bernal

domingo, 22 de julio de 2012

Barcelona. Gracia, Rivera y El Gótico.

Paseando por Gracia
La estancia de mi buen amigo y peregrino Armand Arbós a Sevilla por unos días, provoco la promesa de devolver la visita a Barcelona a la menor oportunidad que tuviésemos y que se materializó en el mes de marzo de este 2012.
Antes de las diez de la mañana ya estábamos en el aeropuerto del Prat y, como si de “paparazzis” se trataran, nos esperaban a la salida nuestros amigos Armand y Charo, también buena amiga y peregrina de Valencia,  que aprovechó estos días para acompañarnos  el fin de semana.  Besos,  abrazos y
Mercado de La Abacería
caras de felicidad en este reencuentro de amigos. Después tren, metro, dejar la maleta en la residencia Erasmus y salir a recorrer las calles de Gracia. Nuestro anfitrión, nos enseñaba orgulloso su barrio de calles rectangulares, sus zonas peatonales, sus comercios, sus balcones y plazas, y sus gentes. Ejemplo de ello fue llegar al mercado de la Abacería, con el bullicio normal de cualquier plaza de abastos de barrio o pueblo. 

Torre del Reloj
Balcones de Gracia
De allí a tomar unos vermuts a las Euras, en la plaça de la Vila de Gracia, con su alargada torre del reloj. Momento de parar un poco y relajadamente tomarnos nuestro aperitivo antes de ir a comer al restaurante-taberna “El Glop”. Lugar con mucho encanto y un servicio exquisito, donde dimos cuenta de butifarras con mongetes, canelones, verduras gratinadas y guisadas, el pa amb tomàquet que no faltaba nunca en la mesa y un buen porrón de vino de la región, que sirvió de risas para los que no bebimos nunca en uno. Nos sentíamos en la gloria y como en casa, ante tan buenos amigos, tan buena comida y semejante ambiente. El postre decidimos tomarlo en casa de Armand, que nos tenía preparado un “pijama” alto en calorías y que conseguimos digerirlo gracias a un orujo tostao traído de tierras gallegas.

Dandole al porrón en El Glop (El Trago) y la risa de felicidad del amigo que se siente a gusto
El Xampayet
Xampayet
Las tardes en marzo dejan de serlo sobre las seis y media, en la que empieza a oscurecer. El autobús nos deja en el barrio de la Rivera, donde paseamos buscando la magnífica basílica de Santa María del Mar, la Catedral del Mar. Ahora cuesta imaginarla como estuvo en antaño, con las aguas del mar a sus pies. Algún acto dentro hacía que no pudiéramos verla y que continuáramos la visita por aquellas callejuelas llenas de gente. La primera parada
Ayuntamiento de Barcelona
fue en el Xampayet en la calle Moncada. Estaba lleno de gente, con lo que tuvimos que ponernos en una esquinita de la barra al fondo a esperar una mesita que ocupar. Poco tardó en quedar una vacía con lo que degustamos varias tapas de allí, entre las que destacaban unas anchoas riquísimas. Todo acompañado con el xampayet, bebida espumosa parecida al cava y servido en una botella como aquellas antiguas de la Casera. A pocos metros el Pla de la Garsa, donde cenamos maravillosamente con unos vinos, unas tablas de quesos catalanes y servidos maravillosamente. Si aquellas callejuelas te hacían creer que estábamos enclavados en el siglo XVII, este restaurante puedo casi
Palau de la Generalitat
asegurar que era de aquella época, por la forma y el gusto con el que estaba decorado. Para echar para abajo nuestra cena, nada mejor que terminar la visita por el barrio Gótico, que a lo ya hablado de la belleza de los callejones, sumamosla magnífica plaça del rei, franqueada por el Salón Tinell, la capilla de Santa Agata y el palacio del  Lloctinent; la plaça de Sant Jaume, con el ayuntamiento de Barcelona y el palau de la Generalitat; y la hermosa Plaça Reial, atestada de personas disfrutando del paseo que proporcionaba la buena temperatura que teníamos.
Fue entonces cuando salimos a las Ramblas. El ambiente bohemio se empezaba a notar por los aledaños. En una de sus salidas, un callejón con personas fumando. La ley les prohíbe hacerlo en el bar donde tomaban su copa y al que entramos para la nuestra. Local pequeño, con la luz
Plaça Reial
suficiente y con ambiente en su mayoría francés.  Nos decían que tomáramos una especie de aguardiente francés, del que no recuerdo el nombre. Al fondo, a modo de escenario, salían asistentes del público a cantar lo que supieran. Uno con la guitarra se adaptaba a todo mientras un presentador del local animaba a gente a la que no le hacía falta ánimo ni por asomo. Apretados detrás de la puerta recordaba otros tiempos, en los que estaría como loco y donde me llevaría horas y horas. Aquel día, me tomé el botellín frío de Budweiser y nos salimos a buscar algo mas tranquilo. “Noche perra”, que denominaban algunos, que empezaba, para retirarnos a descansar de un día lleno de emociones, encuentros, inmejorables comidas y formidable ambiente. Acabábamos de llegar, nos quedaban dos días.
Un capricho de foto, donde antes se la hizo otro gran amigo y peregrino: Pedro Peña "Correjaco", al que tuvimos en el pensamiento en todo momento los cuatros amigos reunidos en Barcelona
Pincha aquí para "Barcelona. Montserrat, El Modernismo y unos caracoles. "

Pincha aquí para "Barcelona. Parque Güell, La Barceloneta y el arroz negro."

6 comentarios:

  1. Maestro... que te voy a decir... todo me gusta, diseño, color, presentación... de verdad que no puedo ponerte ningún pero ni darte ningún consejo... ¿o es que no recuerdas que tu me enseñaste a mi?bien el montaje en serio, el color me gusta... solo como peregrino y compañero en su día que fuimos, espero que subas también algo de algún camino y así el título lo haga realidad...

    Aprovecho para saludar a los demás miembros de tu Blog por ahora y muy cordial y especialmente con mis mejores recuerdos a Doña Isabel...

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    1. Gracias Pedro. Estarán incluidas las etapas de los Caminos a Santiago. Será un compendio de todo.

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  2. Bueno como verás funciona todo de p. m. hasta los comentarios salen sin problemas, no como los míos a veces...

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  3. Bien, Guillermo... pero que muy bien, y muy bueno el Blog, maestro.
    Y agradecer, ¡ como no!, que en esta página hallas entrado con la visita a mi ciudad, a mi barrio, que sabes que es la tuya, que es tu barrio, aunque solo sea por la "gracia" que tiene....
    Un beso a Isabel, le doy otro a Charo y un abrazo, muy grande, mas que nada porque no puedo abarcarte todo entero con uno chico, para ti, compañero.
    Nos vemos otra vez, dandole al porrón, al pijama, al "pastis" y a barcelona, o a Sevilla, o ... ¿nos falta la excusa, Guillemo...?

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    1. La excusa de ahora es la paella que nos debe Pablo. Así que porque no vernos en Alcira. El pijama lo pones tú, el orujo lo pongo yo y Charo que se lleve el pastis, que no me acordaba yo el nombre de ese licor que insistían los franceses que probaramos.
      Gracias, Armand, por esos días en Barcelona y espero que te siga gustando la continuación de nuestra visita. En breve, amigo.

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  4. Pues que el amigo Pablo se prepare con la paella. Una buena paella valenciana, y de la huerta..¡Que más podemos pedir!!!
    Y el pijama, hecho. Pero esta vez, de verano.
    Y ya espero ver esta continuación, mas que nada, para saber lo que hice.
    Un abrazo.

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