De Guillermo Rodríguez Bernal

sábado, 17 de julio de 2010

Puebla de Sanabria.

Saliendo de Mombuey
Saliendo de Mombuey
Eran las seis de la mañana, cuando dejamos atrás la torre románica de la Iglesia de Sta. María, aquella misma que nos dio la bienvenida a nuestra llegada semanas atras, en el solitario pueblo de Mombuey. A pesar de los 40 grados que sufríamos en Sevilla, metí una camiseta de manga larga que ayudo a combatir el fresco mañanero que erizaba el vello de los brazos. Minutos antes dimos cuenta, Helenio y yo, de unas magdalenas y batidos con el que arrancaríamos nuestra jornada.
Transfiguración
Iglesia de la Transfiguración
Paso ligero y la sonrisa que se nos ve cuando reiniciamos el Camino que antes habíamos dejado, y que no cortó el primer desvío de las obras del AVE cerca de Valdemerilla. Junto a los robles, nos acompañaban, conejos, ciervos y corzos muy activos y a la vista, en las primeras horas de la mañana. Poco después, la apacible localidad de Cernadilla y San Salvador de Palazuelo. Con las fuerzas intactas, subimos al campanario de su iglesia de la Transfiguración. De aquí a Entrepeñas, y después a Asturianos. Antes de llegar, los encariñados mejicanos metálicos de jornadas anteriores, nos hablaban
Recuerdos de Marbella
Recuerdos de Marbella
de un buen amigo. En una de sus bases una pegatina con el logo “Marbella, un estilo de vivir”, nos delataba el paso de nuestro Correcaminos por estas tierras. De una forma u otra, Pedro estaba con nosotros y formaba parte del Camino.
A la salida del pueblo, precioso sendero, escasamente señalizado, y abundante número de mariposas de colores que parecían juguetear con nuestro bastón a cada paso que dábamos. Primer despiste y perdimos toda señal de indicación y de sendero. Sabíamos que estábamos entre el Camino y la carretera, y que tarde o temprano acabarían uniéndose,
Triufé
Triufé
como así ocurrió. En Palacios de Sanabria el calor ya apretaba y no corría nada de aire. Última parada en la acogedora iglesia de Santo Tomás en Otero de Sanabria, para llegar a Puebla de Sanabria, en un día muy caluroso.
En su albergue, una señora mayor y un ciclista de aspectos nórdicos. Para almorzar una buena trucha con una cerveza helada. Magnifica tarde de paseo por esta monumental y bella población. En la iglesia dedicada a su patrona, la Virgen del Azogue, y con motivo del año Jacobeo, nos regalan unas letras de un paisano: Manuel Machado.

Peregrino, peregrino,
Que no sabes el camino,
¿Dónde vas?
“Soy peregrino de hoy,
No me importa dónde voy.
¿Mañana?...
Nunca, quizás”
Admirable peregrino,
Todos siguen tu camino.

Puebla de Sanabria
Puebla de Sanabria

2 comentarios:

  1. Ahora ya me se el truco de buscar por fechas ... Ya no me dejo nada ... Gran pluma la tuya, de escribir, como me tienes acostumbrado ... Abrazos Guillermo y no pares...

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