De Guillermo Rodríguez Bernal

sábado, 26 de octubre de 2024

Villaharta.

Cuartel Cerro Muriano
Brigada X de Guzmán el Bueno
Queriendo amanecer, la luna se nos mostraba brillante y con un halo de nubes alrededor que no se atrevían a ocultarla. El silencio del despertar de aquel sábado lo rompían nuestro bastones al caminar, las conversaciones de camioneros reunidos a la salida de la barriada de Cerro Muriano y una musiquilla lejana de corneta que apenas se percibía y que no escuchaba desde los despertares de hace más de cuarenta años. Melodía que tiene por nombre el de aquella diosa virgen y romana de la caza, protectora de la naturaleza y la Luna y que provenía del famoso cuartel por el que es tan conocida aquella localidad. Mañana un poco fresca que invitaba a caminar, veinte kilómetros delante de nosotros por recorrer y el rocío todavía pegado a esos vehículos militares que veíamos detrás de una valla que lo separaban de aquel carril bici por el que íbamos. En ese momento, únicamente nosotros y los soldados de la policía militar apostados a la entrada del recinto, suponiendo que deseando que terminara de amanecer para el relevo y el descanso.

Entre encinas
Hacía El Vacar
Del monótono arcén de la carretera pasamos al caminar de las calles de Estación de Obejo que, al terminar, nos brindó ya la posibilidad de poder pisar tierra entre jaras y encinas. El tranquilo deambular se lo repartían los naturales y extensos charcos de las lluvias pasadas, que en ocasiones lo ocupaban todo, y los artificiales y molestos ruidos de varios grupos de motoristas de cross que utilizaban el camino como distracción mañanera, levantando barro y expulsando humo delante nuestra. Siempre y en todo momento, sin dejar de ver a unos metros la N-432a a nuestra derecha. Los subi-bajas continuos los contrarrestaban las cada vez más abundantes encinas que nos daban el aliento puro necesario para el esfuerzo que se hacía. En poco tiempo, el sendero se convierte en pista ancha y ésta en carretera asfaltada con la cercanía de El Vacar, ya a la vista. Una señal a la entrada nos dice que restaban 969 kilómetros para llegar a Santiago de Compostela, era el momento de tomar el desayuno con el que cargamos desde nuestra salida, unas magdalenas caseras y unos batidos de chocolate menos caseros. El disgusto de ver mi botella medio llena al cerrar mal los nuevos tapones de ahora y mojar todo lo que tenía en la mochila debajo de ella.

Charcos
Charcos
Tras el sello correspondiente en el bar de Laura, salir de la localidad pegado a la carretera y con la vista del castillo califal al fondo. Sobre su cerro se cree que hubo asentamiento romano, de aquellos que iban y venían de Mérida a Córdoba, después vino la construcción musulmana, la reconquista cristiana y, por último, su utilización como redil para ovejas. La evolución de los tiempos, las necesidades coyunturales según qué épocas o quizás las dos cosas.

Castillo de El Vacar
Castillo de El Vacar
Bajando a Villaharta
Bajando a Villaharta
Quedaba poco para el fin del caminar de ese día y nuestras flechas amarillas quisieron en un primer momento que fuéramos pegados a la carretera nacional por otra con menos categoría, esta vez ocupada por moteros de asfalto haciendo sus rutas. Rápidamente vuelve a cambiar el paisaje, retorna la espeses de las encinas y la senda coge pendiente en brusca bajada, acabábamos de coronar la Cuesta de la Matanza. Empezamos el descenso despacio, como mandan los cánones para evitar sobrecargas en tobillos y rodillas, apareciéndonos a un lado la vista de la fuente del Cordel, primero, y la de los Malos Pasos después.

Villaharta
Entrada de Villaharta
Fue el momento de abandonar la nacional dándole la espalda para encaminarnos cuesta arriba hasta el final de nuestro destino. Antes de llegar, el recuerdo de nuestro amigo Paul Venne al toparnos con un punto de observación astronómica que tanto le gustan de nuestra tierra y que nos sirvió de mirador de parte de lo andando en el día de hoy. Quedo ya terminar de subir hasta alcanzar Villaharta. Al ser sábado todo cerrado a excepción de los bares del pueblo cordobés repletos de personas aprovechando el buen tiempo y la compañía de otros en ese día de descanso.
Observación Astronómica
Punto de Observación astronómica de Villaharta

No hay comentarios:

Publicar un comentario