De Guillermo Rodríguez Bernal

martes, 11 de febrero de 2025

Hinojosa del Duque.

Alcaracejos
Despertar en Alcaracejos
Aquél día del mes de enero, amanecía en Alcaracejos con el frío justo para protegernos manos, garganta y cabeza con guantes, braga y gorro de lana. Lejos del ruidoso tráfico matutino, aquel camino nos acercaba a un crucero de piedra, a la salida del pueblo, a unas naves con vacas impacientes esperando a sus cuidadores para su desayuno y a maquinaria agrícola con sus conductores para dar comienzo a la faena del día. Era nuestra siguiente etapa en el Camino Mozárabe y el día amanecía con un cielo totalmente despejado y un sol desperezándose que lució radiante a lo largo de toda la jornada.

Villanueva del Duque
Pozo de la Fuente Vieja en Villanueva del Duque
Así dejamos aquel pueblo en el que dormimos y nos encontramos con Villanueva del Duque, localidad que debe su apellido al duque de Béjar. Justo a la entrada, la primera de las casas lucía una especie de dibujo medieval pintado como en una lona con el camino que va de Granada a Mérida. El resto de sus casas blancas, hacían de aquello un lugar apacible para vivir y encantador para pasear. El pozo de la Fuente Vieja, la iglesia de San Mateo y el ayuntamiento nos decían que ya estábamos en el centro de aquella tan nombrada villa. Fue sellar y continuar nuestro camino hasta buscar el lugar del desayuno. Fue a la salida de Villanueva el lugar elegido. Con olor a anís y a coñac, el Rancho Grande nos proveyó de esa comida tan importante en el día, dejando los licores para los que se acercaban por allí a matar el frío mañanero, como siempre se hizo por estas tierras.

Villanueva - Fuente la Lancha
Entre Villaueva del Duque y Fuente la Lancha
Fuente la Lancha
Plaza Andalucía en Fuente la Lancha
Y entre granjas y fincas continuamos nuestro caminar, sin grandes desniveles y guiado por las escasas aguas del arroyo del Lanchar y las incontables piedras que dan nombre a la comarca de Los Pedroches. En nada, nueva localidad. En Fuente la Lancha salía a recibirnos su venerado olivo centenario y, bajo de él, letras en grande que dan nombre al pueblo. Antes de llegar a la iglesia de Santa Catalina y su ayuntamiento, parada en la pequeñita y decorada plaza de Andalucía. El tiempo justo para estirar un poco y beber algo de agua para continuar con nuestra marcha. Ya no habría más localidades de paso hasta llegar a nuestro destino de ese día. A la salida de Fuente la Lancha la indicación de 916 kms a Santiago. Todavía quedaba un poco.

Entre fincas
Entre fincas
Viejas encinas
Viejas encinas
A partir de aquí, en esta segunda parte de la etapa del día, volver a la rutina caminera de fincas con cercos de piedra a nuestros lados. También vigilaban nuestros pasos encinas con unos troncos tan grandes que pueden albergar personas dentro. Los prados llanos y extensos. Se rompía esa monotonía tan placentera con la llegada del vado del río Guadamatilla, primero, y la llegada a un área recreativa con la ermita de Ntra Sra de Guía al final. Es a partir de aquí cuando el camino se torna feo al rodear los típicos polígonos industriales que rodean a las grandes localidades. Se hacía largo caminar entre naves y casas medio abandonadas, pero tienes la recompensa de la meta de hoy en el pueblo de Hinojosa del Duque.

Hinojosa del Duque
Fuente del Pilar de los Caños en Hinojosa del Duque
Localidad que debe su nombre a la cantidad de hinojos que había por la zona. También el recuerdo a las serranillas del Marqués de Santillana dedicadas a “la Vaquera de la Finojosa”. Allí seguía la Fuente del Pilar de los Llanos a su entrada, aunque ya pocos se acercaban a por el agua que ella servía. Y caminando entre sus casas, llegar al corazón de Hinojosa y encontrarnos con la magnificencia de la iglesia de San Juan, la llamada Catedral de la Sierra. Tocaba sellar y volver a casa. Ya habrá más días para continuar ese camino empezado en Málaga y que muy poco a poco vamos culminando.

Catedral de la Sierra
Catedral de la Sierra en Hinojosa del Duque

2 comentarios:

  1. Que gratos recuerdos estoy disfrutando con tu descripción y narración, mi última vez fue con problemas de salida, fue despues de 5 horas de coche y sin preparación para andar ya... frío atroz, cabeza agachada y hasta tapada toda la cabeza en resumen, gracias por tu descripción porque ahora si que veo y disfruto la etapa. Abrazos Willy.

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    1. Ya sabes que no hay dos etapas iguales. Esta última vez te tocó padecer. Vendrán mejores seguro, Pedro.

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