De Guillermo Rodríguez Bernal

martes, 11 de febrero de 2025

Hinojosa del Duque.

Alcaracejos
Despertar en Alcaracejos
Aquél día del mes de enero, amanecía en Alcaracejos con el frío justo para protegernos manos, garganta y cabeza con guantes, braga y gorro de lana. Lejos del ruidoso tráfico matutino, aquel camino nos acercaba a un crucero de piedra, a la salida del pueblo, a unas naves con vacas impacientes esperando a sus cuidadores para su desayuno y a maquinaria agrícola con sus conductores para dar comienzo a la faena del día. Era nuestra siguiente etapa en el Camino Mozárabe y el día amanecía con un cielo totalmente despejado y un sol desperezándose que lució radiante a lo largo de toda la jornada.