El deseo de volver.: Cantabria. La costa cántabra (1ª parte): San Vicente de la Barquera, Oyambre, Comillas, Cóbreces y la ermita de una santa sevillana.

Brazo Mayor y Picos de Europa desde la Iglesia de Sta Mª de los Ángeles

Un arco ojival hecho en aquella vieja muralla que protegía antes a los barquereños, nos abre las puertas al pueblo de San Vicente de la Barquera y con él iniciamos la visita a los pueblos de la costa cántabra. La fachada del ayuntamiento parece darnos la bienvenida, invitándonos a subir aquel trocito de cuesta que quedaba para llevarme a la iglesia de Santa María de los Ángeles. Acertado comienzo por lo majestuoso de aquel templo gótico, por encontrarnos las preciosas vistas del Brazo Mayor de la ría y los no tan lejanos Picos de Europa al fondo. Ya en bajada, siguiendo aquella calle de murete de piedras centenarias, encontrarnos con el Castillo del Rey. Visita recomendada por su museo y por el entretenimiento de subir y bajar escaleras para encontrar ese mirador perfecto, del que divisaremos el pueblo y el tan apreciado estuario formado por el Gandarilla a su paso por aquellas tierras.

San Vicente de la Barquera

Puente del Paseo y Puente de la Maza

Toca ahora bajar del todo y cruzar el Puente del Paseo. Paramos un instante y ver como aparece a nuestras espaldas los 28 ojos del Puente de la Maza. Seguir por el Paseo de la Barquera para pasar por los muelles primero, el Santuario de la Virgen de la Barquera después y acabar en el Islote de Peña Menor. A pocos metros, el faro de la villa que alberga algo tan importante como el Centro de Interpretación de Parque Natural de Oyambre y al otro lado la playa de Merón, que da la pincelada a aquel cuadro costero de la costa más occidental de Cantabria. Volver sobre nuestros pasos y acabar dando un paseo por la avenida de Miramar, zona comercial de San Vicente de la Barquera.

Playa de Oyambre

Siguiendo con nuestra ruta, conducir dirección este hacía el Parque Natural de Oyambre, cruzando el puente de la Maza. A partir de ahí, la CA-236 nos acerca a las vírgenes playas que nos salen al paso y nos ayuda a cruzar los numerosos arroyos que nos encontramos, destacando entre ellos el del Capitán que nos abre las puertas de Comillas.

Arroyo El Capitán

El capricho de Gaudí en Comillas

Y es en esta villa donde tenemos que prepararnos para caminar si queremos sacarle partido a su visita. Lo mejor, acercarse al ayuntamiento y que las personas encargadas del turismo te oriente sobre un posible itinerario. Siguiendo a rajatabla sus consejos, empezar con la visita al Capricho de Gaudí. Elevado precio el de la entrada, pero amortizados por la belleza de todo el recinto creado por el arquitecto modernista. No hay rincón con detalles que no queramos fotografiar, ni que nos deje de asombrar durante todo el tiempo que estás allí. Es sólo un paseo lo que separa El Capricho de la ermita y el palacio de Sobrellano. Su fachada impresiona nada más verla y fue

Palacio de Sobrellano y Universidad Pontificia

Palacio de Sobrellano y Puerta de entrada Universidad Pontificia

motivo para que arquitectos modernistas tuvieran Comillas como uno de los lugares de referencia para sus creaciones. Además, fue el primer edificio en España en tener luz eléctrica. Desde su solemne puerta de entrada, admirar otro punto de referencia para muchos, como es el edificio de la Universidad Pontificia. Bajamos unas escalinatas pero la visita de ese centro educativo y antiguo seminario no se hace posible, al tratarse de un centro privado. Al menos nos quedamos con su vistosa puerta de entrada.

Cementerio de Comillas

Otro largo paseo nos lleva a su cementerio. Antigua iglesia parroquial convertida en cementerio debido a un desencuentro entre el pueblo de Comillas y el Duque del Infantado, por las reservas de unos bancos a este último un domingo de misa. De aquello nos queda la figura del Ángel Exterminador en su puerta de entrada, símbolo de la villa y de todos los comillanos. La visita completa se termina de cumplir con un paseo por su playa, bajo la vigilancia del Marqués de Comillas y la casa del Duque, y camino de su centro, recorriendo sus calles y descubriendo la plaza de la Constitución y el Corro de Campíos. Allí finalizarás tu recorrido con las típicas balconadas cántabras colmadas de flores, veladores de bares y restaurantes y la iglesia de San Cristóbal, que fue la que se construyó después convertir la antigua en un precioso cementerio.

Playa de Comillas

Iglesiade San Felices en Cóbreces

Toca seguir por la costa hacia el oriente. Hacemos un guiño a la venta de “El Tramalón”, con los más variados y económicos menús que probamos en toda la costa y llegamos a Cóbreces. Allí, al igual que en Comillas, la nueva y vistosa iglesia parroquial de San Pedro y la antigua iglesia de San Felices, construida sobre el antiguo monasterio de San Félix, en ruinas y convertida en el lugar de descanso de los vecinos que nos dejaron años atrás.

Tras la breve parada apartarnos un poco de la carretera buscando el mar. En una cala rocosa, nuevas referencias de Andalucía por tierras cántabras. La ermita de Ubiarco está escavada en la roca, es motivo de peregrinación de creyentes de la zona y está dedicada a una mártir sevillana: Santa Justa.