Aquellos recuerdos de lugares donde estuve, redactados con el deseo de algún día volver.
De Guillermo Rodríguez Bernal
miércoles, 30 de abril de 2014
Sangüesa.
Ermita de Santiago de Ruesta
Muy de mañana dejamos atrás los
muros que aún se mantenían en pie en aquel pueblo de Ruesta. Como último punto
de que en su día alguien pobló aquel lugar, nos despedía la ermita de Santiago,
como escondida o más bien protegida por el verde de árboles y maleza. En nada,
afrontar una ancha pista, pero de constante subida. Calculando fuerzas
empezamos despacio, sin bajar el ritmo y aumentando un poco al notar como el
desayuno empezaba a formar parte de las energías que se necesitaban para
superar el puerto. Como si nada, José Manuel y yo alcanzamos el alto de aquel
monte llamado Fenerol, no sin antes echar un vistazo atrás y despedirnos de
Yesa.
Undués de Lerma
Todavía pinchaban los gemelos de
nuestras piernas cuando empezamos a bajar aquella cota que logramos coronar.
Para colmo mal terreno el que se pisaba, con piedra suelta, camino estrecho y
mal asentado. Sin darnos cuenta, estábamos a los pies de Undués de Lerma. Una
foto en la fuente que iniciaba el ascenso y a tirar para arriba. El repecho
tenía mucho porcentaje y parecían no llegar nunca esas primeras casas de piedra
de este pueblo todavía aragonés. Descanso, algo de agua y charlas con los
amigos que iban llegando sin aliento pero con la sonrisa en sus caras, todos
satisfechos de haberlo conseguido.
Camino de Sangüesa
Quedaba lo más fácil. Camino
amplio, sin desniveles, con vistas de sembrados de cereal e ideal para la
conversación. Era la parte dulce del día. Pronto se empezó a sentir la cercanía
de Sangüesa, caminando por una carretera en la que nos vimos rodeados de pequeñas
parcelas de terrenos en unos pocos de kilómetros. Navarra nos recibía y el
portal de Carajeas nos decía que habíamos llegado. Corta etapa que nos hizo
disfrutar de un pueblo precioso durante toda la tarde. Además, albergue con
lavadora y secadora gratuitos, todo un lujo y un placer en este día que nos
sirvió de descanso para las etapas siguientes.
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