Desde el mirador de la Degollada de las Yeguas |
Agarrados a la GC-60 partimos esa
mañana en nuestras vacaciones en Gran Canaria. Ruta que prometía, queriendo
descubrir todo lo que nos fuera posible del centro de ese círculo casi perfecto
que forma esta isla afortunada. Nuestro primer destino es casi su corazón, Tunte.
A medida que avanzábamos, dejábamos las famosas dunas de Maspalomas y nos
adentrábamos en un desierto de roca gris que nos hacía sentir que estábamos en
un planeta distinto. Fue una salida de la carretera, marcada como el Mirador
Astronómico de la Degollada de las Yeguas, la que nos hizo tomar conciencia de
todo lo que nos rodeaba. Y acabábamos de empezar.