Feliz 77
cumpleaños papá. Creo que no te felicitaba desde que te fuiste, hace ya 17 años.
Todavía recuerdo aquel último cumpleaños que celebraste con nosotros, en el que
nadie sabía lo que pedías al soplar las velas, pero que todos teníamos en mente
el mismo deseo, seguir celebrándolo algún año más junto a ti.
Desde entonces
todo ha cambiado mucho, mi querido amigo. La casa y mamá es lo que quizás se
noten menos. La casa por el empeño de la Chari de dejarlo todo tal y como
estaba, y ella pues viendo pasar los días y con los achaques propios de la edad,
pero se mantiene bien, ha cambiado poco. Sus tristezas y sus pocas alegrías,
pero tirando p’adelante como mejor puede. Tere sigue trabajando y no ha parado
desde entonces. Aprobó sus oposiciones y te dio un nieto. Se llama Javi y es
charlatán y dicharachero cuando se encuentra a gusto entre su gente. Te
hubieras reído mucho con él. A mamá le recuerda mucho a ti cuando se cruza de piernas al sentarse. Ahora tiene 11 años. Isabel
y yo seguimos viviendo en el mismo piso, aquél al que te venías cuando estaba arreglándolo.
Ya he tenido tres coches, el último comprado hace tres años. Ya sé que tú te
apañaste con dos toda tu vida, pero ahora los jodíos duran muy poco y para
arreglarlos hay que llevarlos a un taller con un buen equipo electrónico. Isa
es mi hija y estoy muy seguro de cuanto hubieras disfrutado con ella. Es
callada y reservada casi con todo el mundo, pero abre su corazón de par en par
a todo el que quiere. Ahora tiene 15 años y anda un poco rebelde, pero mantiene
ese fondo que tanto te hubiera gustado.