Saliendo de A Vilavella |
Seguía
lloviendo, aunque no con la intensidad del día anterior. Lo primero llenar
nuestras botellas con agua de la fuente de “Los lobos”, recomendación de
nuestra casera del momento: Conte. El no llegar del resto, la imposibilidad de
comunicarnos por falta de cobertura y las tremendas ganas de caminar hicieron
que comenzáramos nuestra etapa sobre las siete y media, por la salida de Lubián
camino del santuario de la Tuiza
y con destino a A Gudiña. “Seguro que nos encontraremos por el Camino”. Como
así fue. Pasado el túnel de A Canda, una peregrina finita pero con caminar
firme nos adelanta. Debajo de la capucha apretada y las gotas de agua bajándole
por la mejilla, se entreveía una cara joven que me hablaba y se presentaba. Era
Irene, una de las congregadas en nuestro evento y de las que no conocía
personalmente. Después del saludo, continuó su caminar y se perdió en la
siguiente curva. No podían tener mejor entrada tres peregrinos en tierras
gallegas.
Pedro, una flecha y muestras de pasos anteriores |
A unos metros del albergue de A Gudiña |
Comiendo en A Gudiña |
No hay descanso para ellos |
Pedro con Filandera y Charo conmigo. Lazos de amistad verdadera |
Es grato volver a ver estos recuerdos al tiempo que justamente se recuerdan se piensa que el tiempo pasado nunca volverá...Abrazos Willy...
ResponderEliminarEs grato volver a ver estos recuerdos al tiempo que justamente se recuerdan se piensa que el tiempo pasado nunca volverá...Abrazos Willy...
ResponderEliminarPero estos recuerdos, mi querido Pedro, son los que van llenando el corazón de magia y cariño...���� Hacía mucho tiempo que no leía sobre éste nuestro Camino, que especial fue y cuanto tengo que agradeceros, queridos amigos...
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