Esperando el tren a Liverpool en la estación del aeropuerto de Manchester |
Allí estábamos aquel viernes 10 de octubre de 2003. Daniel, Paco, José Manuel y yo dejábamos atrás los andenes de
Lime Street, atravesábamos la puerta que daba a la calle y nos quedábamos
inmóviles contemplando aquella parte de la ciudad desde las escalinatas de la
estación. Callados, uno al lado del otro, se nos abría la ciudad de Liverpool y
una imagen gigantesca del Paul de finales de los sesenta, sobre la fachada de
unos edificios, nos daba la bienvenida y nos invitaba a descubrirla.
“José Manuel, anoche soñé que nos
fuimos de viaje a Liverpool”, le comenté a mi amigo en el cumpleaños de su hijo
Pablo. “Porqué no lo planteamos y nos vamos”. Daniel que andaba por allí se
acerca para preguntar que estábamos cuchicheando. “Me apunto”, contestó sin
pensárselo. “Yo voy también”, dijo Paco pendiente de la conversación. Aquella
semilla quedó plantada ese 23 de junio y la ilusión y el entusiasmo hicieron el
resto.
Se fijó la fecha del puente del
Pilar y ese verano lo pasamos sacando información de lugares, calles y
cualquier punto de interés, con el fin de hacer el viaje lo más completo
posible y que no se quedara nada atrás. Lo importante era tener un mapa para
localizar los sitios. Correos electrónicos al
ayuntamiento y a la oficina de
turismo de Liverpool sin respuesta alguna. Mientras, por la web de multimap, el
google maps de entonces pero mucho más sencillo, daba pantallazos en el
ordenador de aquella ciudad que luego imprimía hasta que me hice de un plano de
Liverpool totalmente detallado. Con José Manuel, buscábamos los puntos a
visitar marcándolos y numerándolos, el mapa era de más de un metro cuadrado y
costaba encontrar los sitios.
Tren a la estación de Lime Street en Liverpool |
Nuestra primera reunión fue el 14
de agosto en Dos Hermanas. Con unas cervezas fijamos las fechas exactas con
todo lo trabajado entonces. Ya me había preocupado de buscar vuelos por
internet haciendo multitud de combinaciones posibles, con el fin de llegar
pronto y al mejor precio. La vía de Sevilla a Barcelona y de allí a Manchester
era la más económica y rápida. Con el precio de la web de Iberia nos fuimos
aquel día a la agencia de viajes. Sin decir nada el señor sacaba vuelos a unos
precios desorbitados y con bastantes escalas. “A Liverpool no viaja nadie”, nos
decía aquel señor. Le sugerí la combinación que teníamos bajo la manga y salió
el mismo precio que habíamos visto. Reservado. “Lo que no tenemos son hoteles,
eso es muy complicado”, nos decía mientras abría y cerraba cajones que tenía en
la agencia, tratando de localizar algún lugar donde poder alojarnos. La idea era plantarnos allí a lo que surgiera, ya encontraríamos algo. Fue Daniel el que
llama y me dice que debajo de su lugar de trabajo había una agencia que tenía
un hotel. Era el Thistle Liverpool. Reservado.
En Mathew Street con Lennon |
Todavía no era la una de la tarde
cuando bajamos las escaleras de la estación y echamos mano de esos mapas que
hicimos en Sevilla. Al llegar al hotel problemas con la reserva, aunque nuestro
mayor problema fue entendernos y hacernos entender con el recepcionista.
Solucionado, dejamos las maletas en la habitación y nos fuimos a comer. La
ilusión de comenzar a descubrir nos llevó a la calle Beatles por excelencia. En
Mattew Street comimos en
Pisccino’s Receipt. Creo que fueron unos desayunos
que, con lo contundentes que eran, sirvieron de comida. La diferencia fue que
en lugar de café pedimos unas Stellas Artois. Todo por 52,90 libras, bien para
cuatro hambrientos y tratándose de precios en Gran Bretaña. Al salir acercarnos
al puerto, reconocer algunos de aquellos edificios que veíamos en reportajes y
hacernos unas fotos con un antiguo batiscafo pintando de amarillo y que estaba
en una especie de rotonda. Por algún lado ponía que en su día se dedicaría a la
limpieza del puerto y ahora, jubilado y rehabilitado, servía de reclamo para
los pocos turistas que por allí andábamos.
Albert Dock |
Quedaba volver para una ducha y
salir a cenar. En Casa Italia repetimos alguna que otra vez por la variedad de
pizzas y comida italiana que tenía su carta. En la calle, tomarnos algunas cervezas con grupos de música en cada local, se notaba que a medida que pasaba la noche iba creciendo el ambiente por aquella zona, pero nosotros teníamos que descansar. El día siguiente nos esperaba y
sería nuestro primer encuentro con lo preparado. Todo empezó de maravilla.
Pincha aquí para "Liverpool.- Barrio de Woolton, Allerton, Penny Lane, el Club Casbah y algunas cervezas (1ª parte)."
"Pincha aquí para "Liverpool.- Barrio de Woolton, Allerton, Penny Lane, el Club Casbah y algunas cervezas (2ª parte).
Pincha aquí para "Liverpool. Albert Dock, The Beatles Story, el Jacaranda y Mattew Street (1ª Parte)."
Pincha aquí para "Liverpool. Albert Dock, The Beatles Story, el Jacaranda y Mattew Street (2ª Parte)."
Pincha aquí para "Liverpool.- Barrio de Woolton, Allerton, Penny Lane, el Club Casbah y algunas cervezas (1ª parte)."
"Pincha aquí para "Liverpool.- Barrio de Woolton, Allerton, Penny Lane, el Club Casbah y algunas cervezas (2ª parte).
Pincha aquí para "Liverpool. Albert Dock, The Beatles Story, el Jacaranda y Mattew Street (1ª Parte)."
Pincha aquí para "Liverpool. Albert Dock, The Beatles Story, el Jacaranda y Mattew Street (2ª Parte)."
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