La ciudad de Bilbao.

"El Botxo" desde el Monte Artxanda

Han sido muchas las ciudades y pueblos que se han hecho grandes gracias a sus ríos. En este caso, la ría del Nervión dio a Bilbao vida, riqueza y hacer de ella una ciudad moderna e ideal para vivir en la actualidad. Desde arriba, desde muy arriba, subidos en el maravilloso mirador del monte Artxanda, se ve como envuelve primero a la ciudad y serpentea después no queriendo alejarse de ella.

Casco viejo de Bilbao

Por sus aguas, llegaban a puerto las voces de los marinos bilbaínos que cantaban la Salve a la Virgen de Begoña, nada más se dejaba ver. Arribaban en el embarcadero de las conocidas Siete Calles, origen de la ciudad y que hoy es el Casco Viejo. Allí y ahora, pasear por sus alargadas calles es toda una muestra de bares, comercios, continuo deambular de gentes y, quizás lo que más me atrajo, todo un conjunto de balconadas que dan un aspecto único a este trocito de mundo. Como epicentro está la Plaza Nueva, donde tomar unos pintxos en una de sus mesas y con buenos amigos, se hace indispensable. Y por último, señalar por un lado la majestuosidad de la catedral dedicada a Santiago, punto de encuentro de turistas, devotos y peregrinos que vienen de la Galia siguiendo la costa; y por el otro la austeridad del lugar donde nació un genio de nuestras letras, en el que tan sólo una placa indica que allí vio la luz Don Miguel de Unamuno.

Teatro Arriaga

A la salida de las siete calles nos despide el teatro Arriaga, con una fachada que enamora nada más verla. Majestuoso por fuera y deslumbrante por dentro, este edificio todavía parece quejarse de aquella gota fría de la que fue testigo directo y que provoco el desbordamiento de la ría por aquella y otras zonas, inundando la capital de Bizkaia.

Palacio de Chávarri con torre Iberdrola al fondo

Cruzamos el Puente del Arenal para conocer la Bilbao que nació a finales del XIX. Miramos de reojo la acristalada puerta de entrada a la estación de La Concordía y paseamos desde allí por la Gran Vía a la Plaza Moyúa, centro neurálgico de la nueva ciudad creada en el ensanche. Presidiendo la plaza y como inicio de este punto de partida, se te viene a la vista el palacio de Chávarri, donde el detalle se convierte en arte. Desde aquí cualquier dirección es buena para maravillarte con esta ciudad.

Patos en el Parque de doña Casilda Iturrizar

Hacia el oeste, para encontrarte con esa maravilla que es el parque de doña Casilda Iturrizar. Único para un paseo apacible y oxigenado, gracias a la gran cantidad de arboleda que lo contiene. Cuidado e ideal para que sea agradable a mayores, de los que ves poblados sus bancos en todo momento; jóvenes, en grupos o solitarios tumbados en las abundantes zonas con césped; y niños, correteando, jugando o dando de comer a patos, palomas o pavos reales en su estanque central. Un poco más adelante, el estadio de San Mamés y el Termibús, que te sorprenderá al comprobarse que puedes ir desde allí a casi cualquier lugar de Europa en autobús.

Columnas del patio central del Edificio Alhondiga

Hacia el sur, y siempre desde la plaza Moyúa, el edificio Alhondiga, antiguo almacén de vinos totalmente reformado y lugar de esparcimiento cultural donde encontrarás bibliotecas, salas de cine, auditorios, tiendas, salas de exposiciones, gimnasio y hasta una piscina en su parte más alta. No te dejará indiferente las 43 columnas en su patio central.

Diputación y Biblioteca Foral

Hacia el este, el Palacio de la Diputación Foral de Bizcaia, que impresiona por el gusto con el que está construido y la colocación de las piedras que conforman el edificio. Su conjunto es de una belleza sin igual. Justo a sus espaldas, la biblioteca foral. Edificio todo de cristal donde es perfectamente visible, desde el exterior, sus plantas y la disposición de las estanterías con los libros. Sobre sus vidrios, frases en multitud de idiomas. Al otro lado de la Gran Vía, los jardines de Albia, que guarda en una de sus esquinas la maravilla del café Iruña. No dejéis de pasar por este establecimiento y ver su decoración interior. Si coméis, de postre un Goxua.

Puppy, museo Guggenheim y puente de la Salve

Universidad de Deusto

Hacia el norte, el orgullo de la ciudad y de los bilbainos, al albergar junto a su ría el museo Guggenheim. Arte contemporáneo custodiado por Puppy, su mascota multicolor que hace más atrayente si cabe aquel lugar repleto de arte. Junto a ellos, el puente de la Salve, en honor a aquellos marinos nombrados al principio y que, en ese mismo lugar, comenzaban a cantar el rezo a la vista de la Virgen de Begoña. Al otro lado, la prestigiosa universidad de Deusto pone broche de oro a aquella zona al norte de la ciudad.

Y de nuevo la ría, nuestra ría. Camina junto a ella desde allí por su precioso paseo hasta llegar de nuevo al Casco viejo. De vuelta, sólo queda despedirme de ella, prometerle que mi deseo de volver está más vivo que nunca y que pronto, muy pronto, volveré a pisar de nuevo sus calles. Eskerrik asko, Izarra. Mucho has tenido que ver en lo que he visto y todo lo que añoro a esta ciudad, a tu tierra.

Ayuntamiento de Bilbao

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