- Hola, ¿quién eres?
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Soy el Órbigo y vengo de Santiago del Molinillo. Traigo mis aguas y mis
historias para hacer más grande al gran Esla.
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¿Viste a peregrinos caminando a Santiago?
El Órbigo en Hospital de Órbigo |
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Como iba a no verlos, por mí y por los ríos que desembocaron en mí. Además de
dos caminos diferentes. En el camino que viene de Roncesvalles, paso por
Hospital de Órbigo, donde ahora arreglan su puente. Es llamado de El Passo
Horrosso, y según oí contar a un peregrino, fue testigo de cómo un noble del
reino de León, Suero de Quiñones, al ser rechazadas sus pretensiones hacía una
dama, doña Leonor de Tovar,
decidió enfrentarse él sólo a cientos de caballeros
en defensa de su honor. Decían que mis aguas se
teñían de rojo de la sangre de
tan valerosos caballeros. Otras historias cuentan que tan sólo se trataba de
justas en los que nadie salió herido. Nuestro caballero llevaba al cuello una
argolla metálica de doña Leonor que, terminadas las justas y tras vencer a cien
caballeros a razón de tres lanzas por cada uno, llevó en peregrinación a
Santiago formando parte del relicario del apóstol.
El Passo Honrosso |
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Y cuando te encontraste de nuevo con peregrinos, Órbigo.
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Pues fue cerca de Maire de Castroponte, esta vez en la Vía de la Plata. De lejos se ve el
magnífico puente de La Vizana ,
dado por el nombre de la región que atravieso. Voy ancho, rápido, con multitud
de saltos y cargado de peces, que hacen las delicias de los del lugar para la
pesca. Los peregrinos se sientan a mi orilla y relatan sus aventuras desde
Andalucía y a través de Extremadura. Mis aguas fueron testigo de cómo los
romanos hicieron dicho puente, para su calzada hasta Astorga, y de cómo los
franceses lo volaron a su paso por él. Pronto lo reconstruyeron y sigue, hasta
nuestros días, ayudando a peregrinos a
cruzarme.
El Órbigo con el puente de la Vizana en Maire de Castroponte |
- Hola, ¿quién
eres?
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Soy el Tera y vengo de la sierra de Vigo, en la provincia de Zamora. Traigo mis
aguas y mis historias para hacer más grande al gran Esla.
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¿Viste a peregrinos caminando a Santiago?
El río Negro en Rionegro del Puente |
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Muchos y en diferentes sitios. Caminan por lo que llaman el Camino Sanabrés,
supongo que cogiendo el nombre de un lago al que me uno cerca de mi nacimiento.
Mi primer encuentro con ellos fue en Puebla de Sanabria. Junto con mi afluente,
el río Castro, fuimos testigo de muchas de sus historias. Después, cuando mis
aguas se estancan en el embalse de Cernadilla, pasan muy cerca en su caminar a
la altura de Entrepeñas. Vuelvo a tener noticias de ellos cuando se une a mí el
río Negro. Me cuenta mi afluente, que se sorprenden mucho de ver sus aguas tan
oscuras. Puede que no sepan que lleva aguas puras y transparentes, pero su
fondo hace que aparezcan a sus ojos de ese color. Pero cuando más disfruto de
ellos es cuando me bordean en un nuevo embalse con el que ralentizaron de nuevo
mis aguas. El embalse de Ntra. Sra.
de Agabanzal provoca que los tenga muy
cerca. No paran de fotografiarme en esa zona cerca de Villar de Farfón, donde
dicen caminar placenteramente acompañándome. Un poco más adelante, suelen mojar
sus pies en mis aguas en La
Barca , en aquella zona llena de gentes disfrutando de mi
ribera, sobre todo los días de fiestas. Pero sin lugar a dudas es en Santa
Marta y en Santa Croya donde su presencia se hace más peregrina y más mágica si
cabe. Cuando paso por el puente que une las dos poblaciones, los peregrinos
aprietan el paso. Están locos por ver al rey, dueño y señor de las tierras por
donde transcurro. Él es pequeño y modesto. Mora a las espaldas de su iglesia, en
Santa Marta, velando por los que antes lo veneraron. Es Santiago peregrino.
Cuentan que el más antiguo que en España se conoce. Mi velocidad impide que lo
pueda ver yo también y, al paso de Santa Croya veo a estos peregrinos por
última vez, en el paseo más bonito de todo mi recorrido.
Embalse de Ntra Sra de Agabanzal |
El Tera a su paso por Santa Croya de Tera y el Santiago peregrino de Santa Marta de Tera |
El gran Esla en el Puente Quintos |
Embalse de Ricobayo en Montamarta |
En mi
continuar, esta vez soy yo el que veo que me encamino derecho a un río. Es el
Duero y vengo a morir a él. Y al recibir mis aguas, me pregunta:
- Hola, ¿quién
eres?
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Soy el Esla y vengo del macizo de Mampodre en León. Traigo mis aguas y mis
historias para hacer más grande al gran Duero.
-
¿Viste a peregrinos caminando a Santiago?
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Sí, Duero, sí que los ví.
El Gran Esla |
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